Amor sin medidas

Por Redacción
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Por: Marolen Martínez

En el mundo hay diversas instituciones que trabajan día a día por cambiar la vida de niños que han estado inmersos en un entorno negativo para su desarrollo integral, Nuestros Pequeños Hermanos, es una de estas maravillosas instituciones.  

Hace algunas semanas recibí la invitación para conocer Nuestros Pequeños Hermanos, institución que transforma la vida de miles de niños y familias en toda América Latina y el Caribe. Con la ayuda de personas de todo el mundo, proporcionan hogares, servicios de salud y programas educativos en un entorno seguro y amoroso, lo que brinda a los niños la mejor oportunidad de tener éxito para convertirse en líderes en sus propias comunidades.  

Los hogares de NPH son centros de atención residencial que ofrecen un entorno familiar estable y permanente, que brinda a los niños y jóvenes la oportunidad de concentrarse en la educación y el crecimiento personal. Se les enseñan los valores del trabajo, el compartir y la responsabilidad en un ambiente basado en principios y valores.

Además, brindan educación formal desde prekínder Montessori hasta la escuela secundaria, además del desarrollo de la primera infancia. En los hogares y comunidades locales de NPH, los niños reciben educación primaria y secundaria de calidad. Durante mi reciente visita me pude percatar de cada detalle hecho con amor para que las aulas sean un espacio de creatividad, luz, esperanza e ilusiones para cada uno de los niños.

Los niños prosperan y crecen con NPH

Inspirado en el legado de su fundador, el P. William Wasson, NPH busca ayudar a los niños a dar lo mejor de sí mismos, alentarlos a tener grandes sueños y apoyarlos mientras se esfuerzan por transformar sus vidas para mejor. Trabajan con niños de una manera comprometida buscando   romper el ciclo de la pobreza y la vulnerabilidad imbuyendo a los niños de una fuerza sostenible a través de sus diferentes actividades.  Dentro de las instalaciones ha podido crear sus propios talleres de carpintería, repostería, cocina, corte y confección; esto sin duda alguna ha sido con el apoyo de empresas e instituciones que creen y confían en las acciones que esta maravillosa institución realiza día con día.

A ti que me estas leyendo te invito a conocer Nuestros pequeños hermanos y seguramente dentro de tu empresa o bien a través de gestiones a tu alcance, puedes generar cambios positivos para estos niños y adolescentes que necesitan creer que si es posible cambiar el futuro.   Cuando todos nos sumemos generando pequeñas acciones basadas en el amor y el agradecimiento por lo que nosotros tenemos, seguramente podemos provocar grandes cambios en pro de nuestra sociedad.

Estoy convencida que los niños que llegan a NPH encuentran un hogar permanente y una familia amorosa con la que pueden contar, ese amor y presencia divina se percibe en el ambiente, en la sonrisa de cada pequeño que se acerca para darte un abrazo, o de los jóvenes adolescentes que están aprendiendo un oficio para luego valerse por ellos mismos y ser luego el ejemplo de hermano mayor para los más pequeños. Realidad que se aprecia cuando hablas con los jóvenes que crecieron dentro de la institución y hoy ellos están comprometidos con ayudar y ser inspiración para otros niños.

Si después de haberme leído, tu mente, tu corazón, tu alma siente curiosidad por conocer esta maravillosa obra, acá te comparto sus datos https://www.nph.org/ y en el caso de Guatemala te puedes acercar a Evelyn Gómez,  Coordinadora de Alianzas Corporativas alianzas.gt@nph.org Tel. (+502) 7963-0303

Recuerda, #JuntasInvencibles tu y yo, podemos provocar el cambio y la transformación de nuestro entorno.

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