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Arcoíris para el alma

Por Redacción
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Sé tú el arcoíris para alguien más.

Por: Marolen Martínez

Ayer por la tarde la energía divina nos recordó lo maravilloso y mágico que es la naturaleza, el cielo nos dio un doble espectáculo ¡dos arcoíris! Quizás el mismo Dios nos hizo recordar lo misericordioso que es con quienes habitamos este planeta. 

Cuántos de nosotros nos habremos tomado el tiempo, de admirar y reflexionar ante ese espectáculo divino, más allá de tomar una foto y publicarla en redes sociales.  Traigo este tema porque en la actualidad vivimos en tiempos tan acelerados, tan plásticos, tan de filtros, que nos importa más lo que vemos a través de la pantalla del celular, las redes sociales específicamente, hemos dejado de observar y admirar con nuestros propios ojos, el tomarnos el tiempo necesario para apreciar lo que tenemos frente a nosotros.

Ese arcoíris de ayer, un regalo para el alma; sin duda alguna, es un regalo divino como esperanza, colorido, imaginación y felicidad. Ayer ambos arcoíris tuvieron una larga duración, como queriéndonos decir “véanme, aquí estoy, eleven la mirada al cielo, hagan tiempo”.  Sólo un pequeño rayo de sol puede dar mucho color a una lluvia oscura, por lo tanto, el arcoíris sería un regalo especial para alguien a quien le vendría bien un poco de color.

Más allá del significado científico, cada uno de nosotros le puede dar una connotación diferente y especial, quizás para algunos es el puente entre el cielo y la tierra o una señal de los ángeles, sencillamente esperanza y consuelo.  Recordemos que después del diluvio Noé vio un hermoso arcoíris, dando esperanza, ilusión y agradecimiento.

El espectáculo celestial de ayer, independientemente de la situación que como seres humanos quizás estamos atravesando nos da la oportunidad de abrazarnos a nosotros mismos y pensar, que todo puede estar mejor.  Dependerá mucho de nuestra paz interior y darle una connotación mística, mágica y espiritual al momento vivido.  Cuando como seres humanos veamos más allá, nuestra energía, sin duda alguna, se está alineando con la energía divina.

Se dice que dos arcoíris tan coloridos, como los de ayer, es una buena señal; cabe mencionar que así los veía yo y me quedé contemplándolos por un buen tiempo.  El significado de un doble arco iris, espiritualmente hablando, es un nuevo comienzo, la transformación, el crecimiento y el autodesarrollo. Se dice que envía una energía mágica a tu mundo, una energía que tiene que ver con la paz, la abundancia, la prosperidad y el éxito. Se dice también que el primer arco iris representa nuestra realidad física aquí en la tierra. El segundo arcoíris simboliza el espíritu, lo divino u otra dimensión.

¡Así que estos dos juntos serían un equilibrio entre el cielo y la tierra, lo material y lo espiritual! El universo nos está queriendo decir algo importante, algo especial, quizás a ti te está diciendo que el éxito está cerca. Tal vez hayas trabajado duro y ahora puedas cosechar los beneficios, también puede ser que te hayas desarraigado o que ya no estés en armonía con tu verdadero yo. Es posible que entonces el universo, te está pidiendo que sigas tu corazón y conectes con tu verdadero ser. 

Seguramente es un hermoso significado, ¿verdad? Pregúntate ¿Qué pensaste, qué sentiste ayer que estabas admirando el cielo?   Cuando veo a mi alrededor una sociedad tan interesada en lo material, más que en el ser, en serio que me siento con una responsabilidad personal de escribir algunas líneas para que quien me lea le dé la importancia adecuada y necesaria a su ser y redireccionar lo que sea necesario si ese fuera el caso.  El tener, la influencia, el dinero, la misma tecnología nos esta desprendiendo de lo más importante que poseemos, el alma, la intuición, la conciencia… ¡el amor, la sencillez, la compasión, la ternura, la generosidad entre otros!

Tomemos el tiempo para sanar lo que tengamos que sanar porque solo así el resto vendrá por añadidura.

Haz que el arcoíris se quede en tu alma y te energice desde el espíritu, sabiéndote un ser humano llamado a vivir en plenitud capaz de amar, admirar y servir sin esperar nada cambio. 

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