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Luz y esperanza, humanocracia

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Día de la niña, salud mental, entorno

Por: Marolen Martínez

Hoy 11 de octubre se conmemora el Día internacional de la niña, ayer fue el día internacional de la salud mental y en el caso de nuestro país, Guatemala, cabe preguntarnos ¿Cómo esta la salud mental de todo un país ante la actualidad? ¿Cómo se visualiza un futuro para las niñas de Guatemala?

En el calendario las fechas conmemorativas se generan con el fin de resaltar las temáticas respectivas. 

Hoy en día, estamos conscientes que la salud mental de la mayoría de la población de nuestro país esta impactada por la incertidumbre política, económica y social que estamos viviendo por unos pocos que mentalmente están enfermos de poder, ego, soberbia y muchos otros antivalores; ante estos escenarios, y con la ya dañada salud mental y emocional de toda la población educativa causada por la pandemia, desde preescolar hasta adolescentes ¡clases suspendidas, otra vez! Están por concluir su ciclo escolar y deben, una vez más, quedarse para clases en línea ¿Cuánta ansiedad y desesperación se acumula en esta población? Como padres, ¿Cómo manejar el escenario nacional que estamos viviendo? ¿Cómo cuidar la salud mental de nuestro hijos, la nuestra?

Ya diez días de paros, de conflicto, donde realmente todo el sector económico se esta viendo dañado, la imagen de país se esta socavando aún más por falta de liderazgo nacional, un liderazgo incapaz de renunciar al ego, a la sed de poder y la infamia de la corrupción que corroe nuestro país.

Un presidente actual que pudiendo decidir y solucionar no lo hace; por otro lado, un presidente electo que pudiendo pedir a las personas que organizan los paros que ya no sigan, que todo el país se esta dañando, dice “están en su derecho de seguir haciéndolo” en el ENADE la semana pasada en su discurso dijo: “los bloqueos no están deteniendo el país.  Están luchando por la democracia”.  ¿Acaso no esta detenido el país? ¿Acaso no se está perdiendo dinero? el dialogo sano y basado en el beneficio general podría dar solución inmediata.

Sencillo pensamiento…

No soy analista política o partidista, ni mucho menos; sin embargo, al ver el entorno, en el que todo lo detenemos; en nuestro caso la semana pasada teníamos actividades con mujeres de Xela y Huehuetenango; varias actividades suspendidas por muchas organizaciones; actividades que llevan tiempo para planificación, recursos que se han destinado a estas ejecuciones y sencillamente debemos hacer una pausa obligatoria.

Hace un par de días, conversando con nuestra amiga Mariana Rohrmoser como jurista poníamos sobre líneas que sin duda alguna el escenario está complicado. La tensión crece. Ninguno se ve por el momento que vaya a ceder. No hay diálogo y la pita se tensa cada vez más. No podrá permanecer tensa por mucho tiempo más y seguro se romperá por el lado más débil. La pregunta es ¿Cuál será?   La población organizada para estas protestas tiene aguante y tiene cómo abastecerse, es decir, fuente económica.   El gobierno y el sistema corrupto también puede aguantar, pues tiene el poder y suficiente dinero. Entonces es cuestión de movimientos estratégicos y tiempo, ¿pero cuánto tiempo?    A la brevedad posible debe haber un desenlace y será según las medidas acertadas o erráticas que cada sector tome lo que determinará el éxito de cada extremo. Nos urge salir de esta crisis.

Lamentablemente en el centro nos encontramos los ciudadanos que estamos siendo afectados por ambos lados y extremos. Finalmente somos los ciudadanos que a lo largo de todos estos años somos las víctimas de impacto por la corrupción que desde el poder se genera junto a su ingobernabilidad y por el otro lado hoy también somos víctimas de no poder movilizarnos en forma libre y generar acciones productivas.

Por ambos lados y en ambas circunstancias se nos afectan los derechos. Finalmente, como pueblo, ciudadanos comunes y corrientes deseosos de una Guatemala libre de Corrupción y en donde la CERTEZA JURÍDICA sea una realidad está siendo afectada como el jamón del sándwich.  ¿Es justo esto? ¡Definitivamente no!

¿Hasta dónde llegaremos?

Estamos llegando a un punto de quiebre y lo delicado es hasta donde seguiremos perdiendo más derechos.

Como en todo surge el mal, el problema se agranda y ya se empezaron a ver los que también se aprovechan de una genuina manifestación y también ejerciendo corrupción están pretendiendo sacar raja de todo esto. Es decir, una cosa es una manifestación organizada y que no está concebida a la ligera, pero otra muy distinta son los disturbios y los aprovechamientos. Como lo vimos hace un par de noches en el Centro Histórico de la ciudad.

Sea como sea debemos confiar en el diálogo y en que este terrible conflicto nacional se gane con inteligencia y mucha sabiduría.

Lo que nos queda como ciudadanos es trabajar en generar acciones propositivas y positivas que nos permitan estar en un equilibrio mental sano, una fusión de todas las energías y ponerlas al servicio de nuestro prójimo, generar puentes donde nuestra quietud y serenidad nos permitan tomar las decisiones acertadas para nuestra familia, equipo de trabajo y entorno social. 

Procuremos canalizar perfectamente nuestras acciones, nuestra mente y energía, para así mantener en equilibrio y quietud nuestro metro cuadrado y encontrar lo que todos tanto anhelamos, la libertad interior que es lo que nos da un significado, un propósito a nuestra vida.  Mantengamos la salud mental propia y de los nuestros, es el puente hacia el sosiego, es la fuente de vida y nos permite pensar, sentir y finalmente ser.   Encontremos la serenidad en este entorno incierto.

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