Tenía ya varias semanas de no sentarme a escribir temas que están fuera del accionar diario, es decir, entrevistas o temas puramente enfocados a revista Mujer de Negocios; además, me había propuesto publicar para este marzo mi libro “Juntas Invencibles para adolescentes” y pues con ello no me había dado permiso de retomar temas que me apasionan y me hacen salir de mi zona de confort y, además, me relajan.
¿Por qué de esta columna? Justamente en el marco del Día Internacional de la mujer, mi querida Jordana Sosa, la Doula de Xela me invitó a participar en un conversatorio, en Quetzaltenango, cuando recibí la invitación no hice mayores preguntas, sencillamente respondí: “sí, claro cuenta conmigo, me haces saber la hora y el día de mi intervención” y cuál fue mi sorpresa que cuando vi la invitación mi tema sería “Erotismo y letras” según yo hablaría de juntas invencibles, el emprendimiento o liderazgo de la mujer, los temas que normalmente se abordan ante el 8 de marzo. He de confesar que mi primera reacción fue reírme, pero me gustó la idea.
Jordana, leyó mi libro “100 kilómetros de pasión” y eso la motivó para que yo abordará ese tema. Experiencia que me disfruté muchísimo y me dejó la inquietud de hacer alguna que otra actividad en torno a ese tema. ¿Te apuntarías en asistir?
“Erotismo y letras” siempre he pensado que la mejor herramienta de erotismo es la inteligencia, pues con esta podemos lograr diversidad de objetivos que nos propongamos. Y el haberme dado permiso de escribir mis dos novelas enfocadas al romance, la pasión, la sexualidad y sí “el erotismo” considero que me permite hoy escribir esta columna.
Más allá de las pantallas
Está claro que durante el tiempo que pasamos en casa, además de dedicarnos a ver series de Amazon Prime, producciones de Netflix o lo mejor Max, ¡estar en las redes sociales! también podemos dedicar un rato a leer o a escribir, por lo que quiero dejarles unas ideas de reflexión sobre este tema que muchas veces no queremos abordar por pena, “el qué dirán” no estamos acostumbradas, sencillamente no nos damos permiso a sentir, a conocernos desde esa perspectiva emocionalmente satisfactoria que nos hace vibrar.
Porque está muy bien leer libros clásicos, novelas, desarrollo personal, qué decir de libros empresariales, pero también hay que conocer otro tipo de lectura, que nos conduzcan a soñar despiertas, a preguntarnos lo que nos gustaría vivir o sentir.
Recordarnos que la química y la magia de la amistad, es tan intuitiva e involuntaria como el amor sexual.
En cómo un matrimonio largo o relación de pareja se asemeja al desafío de un cuento popular donde, para aferrarse a su amante, la heroína debe abrazarlo fuerte mientras él se transforma en león, ratón, demonio… En la pareja, cada miembro tiene que aguantar mientras el otro cambia de piel. Difícil en la vida, bueno para la ficción, ¿no? Qué tema tan fascinante. Se parecen demasiado las novelas de la vida.
Yo soy una soñadora, apasionada, una romántica. Y el escribir estas novelas dieron forma quizás a la idea de mí misma y a mi devoción por la figura del personaje protagónico de mis dos novelas ¿Cuántos hombres fuertes, enigmáticos y difíciles se han abierto paso a través de las novelas, encontrando a las mujeres devotas adecuadas para domesticarlas y satisfacerlas? En este momento recordé Decisiones, Amor y Encuentros en su capítulo “Mi BigGrey”.
No se tú…
Erotismo y letras en el caso de mis dos novelas narran en cada obra el deseo erótico y el amor libre femenino como un paralelismo del despertar interior que seguramente muchas llevan muy bien guardado en su mente, corazón y cuerpo, queriendo o deseando que alguien lo despierte.
Recordemos que el erotismo es sutil, está referido al amor sensual, al deleite de los sentidos. Y desde esa perspectiva me sobrecoge la idea de la escritura diferente, porque hay que cuidar la palabra y contar con mucha creatividad para expresar las sensaciones con la fuerza que llevan. O quizás es simplemente fluir con la energía y permitir que las palabras broten.
Jordana, en el conversatorio leyó un párrafo del capítulo “La cuna del sol” incluido en mi libro «100 kilómetros de pasión», mismo que es una provocación a la piel, detalles escritos entre susurros y caricias, una travesura maravillosa e inspiradora recorriendo los hermosos paisajes de Guatemala.
Estoy segura de que invita a evocar momentos, a repetir historias, fantasías que se desbordan entre los dedos, que nos inundan mojando todo el cuerpo con solo el recuerdo. Invita a escribir letras con tinta roja cargadas de ardor. Provoca a la seducción, a desear, a soltar ataduras y entregar alma y cuerpo. Invita a amar.
Me encantaría que estas letras te inspiren a buscar lecturas e historias de pasión, a dejarte envolver de la magia y a destilar amor y pasión. Quizás a escribir letras con erotismo. Quizás algo que puedan compartir conmigo. Quizás, si aún no lees mis libros, ¡te animes a hacerlo! “Decisiones, amor y encuentros” o “100 kilómetros de pasión”
