¿Eres tu una mujer sin vergüenza?
Por: Marolen Martínez
Hace unos días, estaba compartiendo con dos amigas muy queridas y dentro de la actividad nos percatamos que el 80% de asistentes éramos solo mujeres, la pista de baile estaba repleta solo de mujeres y las pocas mujeres que estaban en pareja, estaban sentadas, con celulares en mano, excepto una hermosa pareja de la tercera edad que se notaba el placer al bailar sin ningún tipo de vergüenza.
En relación con ese escenario, salió mi conversación en cuanto a que ojalá todas las mujeres perdiéramos esa “vergüenza” de hacer lo que nos gusta y pasarla bien, disfrutar la vida así estemos solas. Considero que al final las mujeres prefieren ir acompañadas de las amigas que quizás con su pareja porque no disfrutan el momento sin pena ni vergüenza.
Según la RAE el significado de vergüenza: Turbación del ánimo causada por timidez o encogimiento y que frecuentemente supone un freno para actuar o expresarse.
Entonces, qué es no tener vergüenza desde la perspectiva positiva: ir y vender de puerta en puerta si es necesario para generar ingresos; animarse a buscar las oportunidades adecuadas para salir del entorno negativo en el que podamos encontrarnos; salir a bailar sola, ir al cine o al teatro sola, reírte sola, ¿y por qué no?
Esos aspectos nos hacen darnos cuenta de que tenemos una autoestima fortalecida, segura, sin miedo al qué dirán.
Ser una mujer sin vergüenza debe ser una conmovedora colección de acciones y adjetivos de los que debemos apropiarnos como declaraciones que dan testimonio de nuestro peregrinaje hacia un renacimiento y hacia el reconocimiento de nuestro derecho como mujeres plenas, realizadas y felices.
Vive desde tu despertar interior
Una mujer sin vergüenza es ser una mujer valiente, a la que no le da miedo mostrar su vulnerabilidad ante los escenarios que esté viviendo. El no tener vergüenza nos debe inspirar de la mejor manera, recordándonos de nuevo por qué ser nosotras mismas es tan vital. Necesitamos palabras y acciones de sustancia expresadas con pasión y visión en estos días desalentadores.
Seamos un retrato poderoso de una mujer que disfruta de su travesía, quizás por un mundo roto y aun así hermoso. Una mujer sin vergüenza deslumbra con una energía desinhibida.
Te invito a comprobarte a ti misma cómo puedes estar rodeada de misticismo, cómo puedes ser una mujer carente de vergüenza en su ser. En este camino donde lo sagrado y lo profano van de la mano, luchando e incluso bailando un poco debajo de millones y billones de estrellas, porque incluso ser mujer en ocasiones es considerado un pecado.
Sé esa mujer sin vergüenza que no le tiene miedo a absolutamente nada. Siendo capaz de decir cualquier cosa, basada en el amor y la compasión. Esa feroz independencia de espíritu que destella una claridad incandescente habla con valentía, honestidad, empatía, amor y humor.
Ten claro que no es lo mismo ser una mujer sinvergüenza que una maravillosa mujer sin vergüenza.
En lo personal estoy convencida en el poder de un pensamiento, una palabra, para cambiar el mundo. Creo que hay suficiente miseria en el mundo, pero también humanidad, creo que Dios es amor y el amor es Dios. Y aunque algunos duden de la existencia de Dios, nadie duda de la existencia del amor, incluso aquellos que nunca se han enamorado.
Como saben casi llego a los cincuenta y me sorprende encontrarme en mi esplendor, en lo personal la vergüenza no ha sido de mis compañeras y quizás por ello escribo este artículo, para inspirarte a que aprendas a dejar la vergüenza en el olvido y sé un torbellino de emociones, atrévete a vivir sin filtros… hay que tener orgullo de vernos con fascinación.
Sé una mujer sin vergüenza… gloriosa en su propia piel.
