Por: Marolen Martínez
Iniciamos ya el mes de julio, el séptimo mes del año, inicio al segundo semestre del año, mismo que sin duda alguna sentiremos que se nos va como agua entre los dedos y estoy segura que muchos en este momento se están diciendo «ni he sentido el tiempo” “no me alcanza el día” o “aún no voy ni por la mitad de lo que me propuse a inicio de año” la verdad es que todas estas frases son excusas, mentiras que nos decimos a nosotros mismos porque no hemos tenido la intención ni el enfoque adecuado y necesario para ir haciendo realidad nuestros objetivos, metas, sueños… o como quieras llamarles.
Sencillamente son las palabras que nos decimos y cambian nuestro mundo. Lo hacen más grande, más pequeño, más alegre, más triste. Son el material que usamos para pensar, para comunicar… Usamos palabras para amar y para sentir, para suplicar, para dar y recibir… Nuestro llanto son las palabras que no decimos o las que no conseguimos que nadie nos diga…
No sé cómo fue tu primer semestre del año, no imagino los retos o desafíos que te han tocado superar y más importante aún, si has decidido superarlos. Sin embargo, si quiero recordarte que lo de ser feliz no es fingir nada. No es cuestión de sonreír hasta que te duele la cara (aunque la sonrisa es terapéutica), en lo personal amo reírme y ni les digo cómo me río. De ser necesario, date permiso de sentir tu tristeza y permitírtela. Es cuestión de sentarte un rato a solas y notar lo que realmente sientes. De ser honesta contigo y decirte la verdad a la cara. Es una historia de respeto, valentía y de reconocimiento hacia lo que realmente eres. ¡Eres un ser humano vulnerable!
¿Sabes eso que harías con alguien a quien amas si ves que se siente mal? Pues sencillamente el asunto es hacerlo contigo. Qué simple. Qué complicado…
La tristeza está ahí para sentirla. Las emociones están para dejar de esconderlas y negarlas y vivirlas. Solo así se convierten en una herramienta eficaz para cambiarnos la vida.
La vida no te la cambia nadie que venga a darte nada ni nada que suceda y te zarandee. Te la cambias tú con las decisiones que tomas.
Y no, no es magia, es un cambio de percepción, un cambio de hábitos y mucho trabajo interno.
¿Y si te permites enfrentarte a ti misma de una vez por todas? Estoy segura de que al hacerlo a conciencia y al verte frente al espejo e inicies tu ejercicio de sueños y metas para este segundo semestre las harás con la tranquilidad y la paz interna de que te conoces y te sabes capaz de hacerlas realidad porque para eso estamos en este planeta, para ser plenas realizadas y felices. ¿Fácil o difícil? Será tu decisión. Una decisión valiente, audaz, basada en el amor, el amor a ti misma.
Mis mejores deseos de éxito para que en este semestre te des la oportunidad de reconocerte una mujer poderosa, dejando atrás todos tus miedos e inseguridades que te fueron arraigadas por diferentes circunstancias. Tu tienes la libertad y el poder de hacer de tu vida tu mejor obra maestra. #JuntasInvencibles
