Por: Katina Zedan – Coach en educación financiera
Cuando lees la frase educación financiera, ¿Qué es lo primero que viene a tu mente?
A lo mejor piensas en matemática, números, reglas básicas, tarjetas de crédito, deudas, etc.
Y aunque esto es parte de la educación financiera, muchas veces dejamos de último o no mencionamos la gestión emocional en las finanzas.
La educación financiera, específicamente cuando hablamos de finanzas personales, es de suma importancia en nuestras vidas. La razón es que el dinero es la forma que hemos encontrado como humanidad para intercambiar objetos, comida, experiencias. Es por esto que si no tomamos el tiempo para estudiar, entender, experimentar y poner en práctica las herramientas que tienen que ver con nuestras finanzas personales, es probable que en un tiempo tengamos una salud financiera deficiente.
Me refiero a exageradas cuentas por pagar, ingresos que no cubren esas cuentas y por supuesto angustia, miedo y ansiedad. Sin contar lo que escuchamos en la calle sobre la economía, la situación del país, el gobierno y todo lo mal que estamos. Decir cosas como “no hay suficiente”, “ es culpa de tal o tal” o “ nunca me alcanza el dinero” son frases comunes que refuerzan nuestro estado actual financiero. Este tipo de frases que solemos decir en piloto automático, no nos están ayudando a que las cosas mejoren, por el contrario afianzan que sigamos igual.
Así que el primer tip que te quiero dejar el día de hoy es: cambia tu lenguaje acerca del dinero.
Parte esencial de la educación financiera SÍ es entender y aprender a cómo administrar tu dinero. Haciendo esto te darás cuenta y sacarás una nueva conclusión que es que si “hay para todo”. Esto se logra haciendo un presupuesto mensual, que ya hablaremos de eso más adelante en esta sección.
Gestionar tu parte emocional también es parte de la educación financiera. Revisar que piensas sobre el dinero, que has escuchado acerca de él y que ideas has comprado como reales o verdaderas. Estas ideas las puedes anotar en un cuaderno e ir una por una cuestionando. Cuestionar es el segundo tip que te quiero dejar el día de hoy.
Cuestionar no es más que preguntarse: ¿De dónde he tomado esta idea? ¿Funciona para mí? ¿Me apoya en mi crecimiento financiero o me contrae?
Al hacer estas preguntas te darás cuenta de por qué tu realidad financiera el día de hoy se ve como se ve en este momento. Hay una coherencia y correlación entre ambas.
Si te das cuenta, gran parte de tu vida y de tus emociones y sentimientos, dependen de tu educación financiera, por lo que es importante darle el lugar que le corresponde y la importancia, para dedicar parte de tu día a analizar el tema y mejorar los aspectos que necesites para una vida financiera saludable.
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