Retos, desafíos, impulso, inspiración y satisfacciones
Por: Marolen Martínez
Van pasando los años y seguro seguirán pasando y recordaré ese 24 de agosto del 2006, en lo que era el Club Albatros, en Majadas, en ese lugar hicimos la presentación y lanzamiento de nuestro primer ejemplar “Mujer de Negocios”, han pasado muchas lunas, diversidad de aprendizajes, inmensidad de errores, incontables desafíos de toda índole, frustraciones y fracasos, decepciones recibidas y dadas; pero mejor aún, indescriptibles e invaluables satisfacciones.
Sin duda alguna como esa personalidad que caracteriza a la edad adolescente, así la personalidad de Mujer de Negocios se ha ido fortaleciendo, se ha ido transformado, pero eso sí, sin perder el enfoque, visión y propósito por el cual nacimos, “ser una herramienta de inspiración y desarrollo para la mujer”.
Nuestra misión (menuda tarea) es cerrar la brecha de género a través de tres pilares. Conversaciones: Detonamos conversaciones a través de contenido inteligente con temas sobre empoderamiento, diversidad, inclusión y herramientas de vida. Empoderamiento: Aceleramos el crecimiento y desarrollo de las mujeres impulsando un liderazgo de impacto positivo desde su transformación interior. Conexiones: Generar una red donde creamos conexiones de valor que impulsan oportunidades de crecimiento, desarrollo y transformación integral.
Más allá de comunicar…
A través de estos años hemos generado entrevistas a mujeres que quizás no tenían el protagonismo que merecen, hemos generado conversaciones de desarrollo y transformación personal, así también conexiones que han sido productivas y rentables para muchas. Cada una de nuestras acciones esta basada en el amor, el servicio y la generosidad de compartir conocimiento, porque solo así podemos impactar positivamente para disminuir las brechas que hay en nuestro país.
Hemos hablado de temas como la violencia a la mujer con nuestra iniciativa #SiempreVivas, no quitamos el dedo del renglón en el tema de embarazos en niñas y adolescentes #HablemosSinPajas.
No somos ni seremos un medio masivo, tampoco tenemos millones de seguidores y menos aún estamos en búsqueda de protagonismo que alimente el ego empresarial o personal, sencillamente somos un medio, un vehículo, un camino que pretende ser una vitrina donde se vea lo que muchas veces no queremos ver, una luz para alumbrar donde se debe alumbrar, especialmente en la actualidad donde el parecer es mucho más importante que el verdadero ser, donde la generosidad auténtica se ha olvidado y el amor del alma, el amor puro y desinteresado no se valora; utopía o ideal, no lo sé, pero es lo que nos sostiene.
En ese sentido, estamos conscientes que en nuestra sociedad muchas veces, una mujer solo necesita una palabra de esperanza, ilusión, confianza y saberse acompañada para que su alma despierte y extienda sus alas; fácil o difícil… realmente tampoco lo sé, pero sí sé que es una decisión y en mi caso la decisión de crear una revista que viniera a promover el liderazgo de la mujer guatemalteca no llegó por casualidad, llegó a mi mente y corazón con un propósito de cambio, transformación, luz y amor.
Hacia el futuro…
Confío que pasarán otros 17 años, en donde los planes y acciones de impacto social a través de este medio, Mujer de Negocios, sean mucho más grandes y hayan sido de inspiración y transformación en la vida de miles de niñas y mujeres. Casi a mis 50 años puedo decir que me siento muy muy satisfecha, plena, realiza y feliz con lo que se ha logrado a través de las acciones ejecutadas y que a pesar de todo los retos y desafíos no he desvirtuado la razón por la cual inicié revista Mujer de Negocios, ganando un premio en el 2006 con Pronacom, creyendo que las posibilidades se dan cuando uno las busca y trabaja no solo por dinero, sino por el propósito de vida, por marcar la diferencia, por muy pequeña que esta parezca.
17 años para agradecer infinitamente a todas las personas que de una u otra manera siempre están y han estado, a las marcas que han confiado y siguen confiando; a las agencias de relaciones públicas que se han identificado con nuestra razón de ser, que va más allá de comunicar. En estos 17 años sigue siendo Davisito nuestro experto creativo que a pesar de todo sigue entendiendo mis ideas, Juan Arturo que siempre ha creído en el potencial y propósito de la revista que gracias a él nos iniciamos en la transición digital hace 10 años. En fin, solo puedo decir, gracias, gracias, gracias, a la vida, a Dios, al universo que han sido tan benevolentes para trabajar en pro de una mejor sociedad, un mejor entorno y a través de nuestras acciones llevar una gota de amor donde sea necesario.
Gracias a ti que me estás leyendo y seguramente has causado impacto positivo en mí, en Mujer de Negocios y en nuestro entorno, por más mujeres plenas realizadas y felices, porque #JuntasInvencibles.
