Por: Dra. Claudia Núñez, Viña del Mar, Chile
Cada mujer posee una inconmensurable fuerza interna que reside en el centro del corazón; es aquella energía sublime, brillante y luminosa que nos hace ser extraordinarias y únicas. Esta luz dorada, tornasol que se encuentra arraigada en nuestra esencia misma de la feminidad, es el ímpetu que nos impulsa a superar desafíos, a abrazar la resiliencia, como también en ocasiones nos permite forjar el recorrido de la hoja de ruta en la cual nos encontramos. Este tesoro que nos hace valientes, y que se manifiesta internamente en cada una de nosotras, es un diamante que poseemos y que nos hace ser inquebrantables, es la “llama trina“, es una esfera mágica, que se expande y retrae en el corazón, y que permite brillar con una luz especial, una energía sin igual, otorgando aquel poder que radica en nuestro “Yo Soy”, para desafiarnos en todos los sentidos y luchar con “los molinos de viento”, sin dudar de lo que somos capaces de vivir y de cumplir.
Desde esta perspectiva, nuestro tesoro interior se manifiesta en que cada una de nosotras podamos tejer redes de apoyo, solidaridad y sinergia femenina. Las mujeres a menudo encuentran fortaleza en la comunidad, compartiendo experiencias y conocimientos, construyendo puentes que resisten las tormentas y huracanes, puesto que la colaboración y empoderamiento que se gesta de la sincronía femenina, permiten contribuir a la sanación y crecimiento mutuo.
En un mundo que a veces parece desafiar la contribución de las mujeres en todos los sentidos, es esencial reconocer y celebrar esta fuerza interior, nuestro tesoro interno, fomentando un ambiente de emociones nutritivas y amorosas, como además, respetar las diversas experiencias que cada mujer transita; solo así permitimos que esa luz se expanda, iluminando todo nuestro ser en plenitud. Las mujeres no solo somos guardianas de la tradición, sino que también arquitectas de nuestro futuro; por lo tanto, siéntete merecedora de todo lo bueno que la vida traiga para ti, de las sorpresas, de las experiencias y regalos inesperados; porque eres especial ¡eres única!
Poder interior
Nuestro tesoro interno, es un poderoso combustible que nos impulsa a trabajar y cumplir nuestros sueños, más allá de las barreras que nos imponen y que nosotras mismas, muchas veces. nos autoimponemos por el miedo, la inseguridad de lo que realmente valemos y nos merecemos. La luz y fuerza que nos hace ser valientes y justas; es una una chispa que enciende la llama de la determinación y la perseverancia, demostrando que a lo largo del camino en que nos encontramos, hemos demostrado la capacidad de transformar todo aquello que soñamos en una realidad, porque “si lo creemos, lo creamos”. La pasión de nuestra determinación es el motor que nos invita a desafiarnos diariamente en aquello que nos proponemos lograr, a perseguir sus sueños con tenacidad y fervor. Ya sea en el ámbito profesional, artístico o personal, la mujer canaliza esta energía interna para superar obstáculos y avanzar hacia sus metas. La pasión no solo es un impulso emocional, sino también una fuente inagotable de energía brillante que alimenta la creatividad, la innovación y las emociones que nos conducen a lograr los objetivos propuestos.
Por lo tanto, celebra tus logros, tus éxitos, sobre todo los pequeños, porque independiente de su valor o dimensión, ya se configuran como una sueños cumplido y el alma lo celebra de igual manera, con felicidad y gratitud.
En conclusión, el tesoro interno que nos hace ser valientes, únicas y merecedoras de poseer aquella fuerza invaluable e indestructible, nos permite reconocer y honrar lo importante y capaces que somos. Nuestro diamante que llevamos en el centro de nuestra llama trina, nos invita a recordar el rol que poseemos en la sociedad y el significado de las acciones que realizamos en la sociedad en que habitamos. Es momento de apreciar la fuerza interior de la mujer como un poder inquebrantable que ilumina el camino hacia un futuro más equitativo y empoderado…nuestro tesoro brillante y luminoso.
