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El impacto de la Pandemia, en la salud mental de las adolescentes.

Por: Dra. Claudia Núñez Núñez, Viña del Mar, Chile

En el rol que realizo diariamente, he podido percibir la magnitud del impacto que ha tenido la Pandemia del Covid-19 en las adolescentes, evidenciando dificultades emocionales que interfieren  notablemente en los diversos contextos de su vida.

Para comprender lo anterior, es necesario poder definir lo que significa “dificultad emocional”; Kauffman citado en Ferreira (2022) la define como; un “ estado de ánimo deprimido y genera comportamiento o sentimientos inapropiados en circunstancias específicas y por la tendencia a desarrollar síntomas físicos o temores asociados con problemas sociales”.

Según el estudio realizado por Tirado (2020), el 28 % de la población mundial de adolescentes cuyo contexto es el más vulnerable, se vio afectado en relación a su salud mental. La naturaleza de aquellas dificultades ha sido causa de varios factores que han impactado directamente en los jóvenes como: vulnerabilidad, edad del desarrollo, acceso escolar formal y contexto familiar. No es ajeno evidenciar en la actualidad las diferentes situaciones de problemas socioemocionales que las estudiantes de educación secundaria experimentan; con importantes dificultades en el contexto escolar que repercuten en su vida cotidiana.

Cuando se plantea la necesidad de atender a las jóvenes con un acompañamiento especializado, se observan las consecuencias que ha tenido el estar confinados durante un tiempo en casa y este hecho gatilló diversas patologías a nivel de relaciones interpersonales además de emocionales, lo que plasmó en su rol de estudiantes. La ansiedad frente al proceso académico, el cumplimiento de deberes; provocó en las adolescentes dificultades para “tolerar la presión”, implicó regresar a acciones planificadas y estructuradas para el rendimiento de diferentes actividades, cumpliendo con lo solicitado en su calendario escolar.

Impacto significativo

En relación a lo anterior, la reflexión invita a cuestionarse sobre ¿Qué tiene que ver la Pandemia con lo descrito? Principalmente este flagelo ha provocado un impacto significativo en cuanto a cómo las jóvenes toleran el estrés, debido a que también sus padres han sufrido la sobrecarga de los diversos factores que conformaron la vida diaria confinados en un espacio, que tal vez, era insuficiente para ellas y su forma de percibir el mundo que los rodea. Si bien la mayoría de las adolescentes experimentaron varios problemas de ansiedad, irritabilidad, baja la tolerancia a la frustración; otros hoy , presentan  dificultades relacionadas con la conducta, la autopercepción de sí mismas, la comunicación y cómo logran enfrentarse autónomamente ante la vida misma.

Por otro lado, las consecuencias de la Pandemia también han dejado  la necesidad compulsiva del uso de las redes sociales y videojuegos, lo que ha interferido directamente en cómo ellas se relacionan con el otro y con el contexto en que se encuentran. Para algunas, provoca frustración, rabia y angustia el cumplir con lo que se les solicita en el tiempo planificado y esperable, porque en ocasiones, la procrastinación se “apodera de su rutina y en la forma en que sienten y piensan sobre sus obligaciones”. Para otras jóvenes, han generado una necesidad de ser “cuidado y tratado, como si estuvieran en una burbuja de cristal”, por lo tanto, no toleran la frustración o el deber trabajar para el logro de los objetivos, ya sea en el contexto académico, como familiar y social.

En el ámbito educativo, el cierre de las instituciones a nivel mundial, generó la necesidad de abrir la puerta al uso de la tecnología y redes de información, por lo cual el uso de Tic´s tuvo un incremento del 91 %  en cuanto a su necesidad. No obstante, no todos las adolescentes tienen la posibilidad de acceder a la educación virtual, lo que generó en ellas una brecha tanto cognitiva como digital. Esto, sin lugar a dudas, implica consecuencias de todo tipo, ya que existen algunas de conocimiento y construcción de aprendizajes de manera significativa, lo cual, provoca en el desarrollo de patologías de salud mental evidentes.

Compromiso y responsabilidad

He sido testigo del aumento de adolescentes con dificultades socioemocionales que han impactado en su vida, teniendo que interrumpir la convivencia con sus pares y con su entorno escolar. Se han doblado los planes de apoyo para contener , acompañar y asegurar que las jóvenes puedan acceder al sistema educativo de manera “normal”, considerando que esta situación no lo es; experimentando situaciones de agobio, tristeza, crisis de pánico e ideación de terminar con su propia vida. ¿Cómo podemos intervenir y establecer un plan de acción en que los adolescentes puedan acceder a un plan preventivo?, ya que desafortunadamente, los síntomas vienen de manera inmediata en algunos casos, lo que no da tiempo para actuar desde un acompañamiento a priori dificultad.

El impacto que provocó la crisis sanitaria a nivel mundial, en relación a la salud mental de las adolescentes; invita a reflexionar sobre la necesidad de generar nuestros programas y políticas públicas para la prevención de las dificultades de este tipo. Acciones preventivas a nivel educativo, ya que en este contexto,  se ha visualizado  un aumento de problemáticas importantes debido a los factores estresores académicos , generando como consecuencias,  sintomatología a nivel físico en las estudiantes,  y a su vez, impactando en su rendimiento académico como en la vida misma.

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