Por Marolen Martínez, Directora Ejecutiva Mujer de Negocios
Hoy 24 de diciembre, Noche Buena y mañana Navidad, sin duda alguna para muchos han sido días complejos, estresantes, de mucho transito en las calles, filas en los centros comerciales, en fin, tantos factores que vienen a incidir en acciones donde la paciencia, la tolerancia y la comprensión es lo menos visible.
Por otro lado, muchas personas en estos días han enviado mensajes por diferentes plataformas digitales a esos amigos, compañeros o familia de quienes nunca se acuerdan en el transcurso del año y pareciera que son importantes al escribirles en estos días, es más ni se tiene el hábito por cortesía o espíritu navideño decir en el elevador, en la tienda, en la calle “feliz navidad” a las personas a nuestro alrededor; es por ello que me pregunto ¿debiera ser la Navidad realmente una filosofía de vida? Desde mi muy personal punto de vista, claro que sí, donde cualquier día del año enviamos saludos especiales a esos amigos que son importantes en nuestra vida o que de alguna manera han causado impacto en nuestras acciones; estar pendiente de nuestra familia.
En lo personal, en estas fechas especialmente no soy de las que envían mensajes alusivos a las fechas, porque de alguna manera me molesta esa hipocresía social “de la época” no soy Grinch ni mucho menos, quien me conoce sabe que amo la Navidad, la vivo y la disfruto durante el mes de diciembre, porque es la época para decorar diferente, escuchar música navideña, disfrutar películas que reflejan que si existen los milagros navideños; y además, cada día de mi vida, durante todo el año promuevo y vivo ese espíritu de servicio que nos muestra como seres humanos comprensivos, tolerantes, generosos, agradecidos, comprometidos con estar para otras personas, no solo nuestros amigos o familia. Cada día busco poner en práctica la frase “Si quiero, si puedo y si tengo tiempo” que le aprendí hace muchos años a un gran señor, amigo que así vivió cada día de su vida.
Es por ello que a través de este artículo pretendo que si me estás leyendo te preguntes ¿puedo hacer del espíritu de la navidad mi filosofía de vida? Invitar a hablar desde el corazón, crear ritos especiales dentro de la familia; un renacer, un recordar, un renovar nuestro propósito de ser mejores personas cada día, no solo en esta hermosa época del año en la cual nos hemos creído la parte comercial y mercadológica que el entorno nos ha vendido.
Filosofía de vida
Me hace recordar lo bello e importante de la filosofía “Ubuntu” el concepto se basa en la creencia de que hay un vínculo humano universal que hace que los seres humanos sean capaces de superar retos porque están conectados. Ubuntu es una filosofía de vida que se basa en los principios de lealtad, humildad, empatía y de respeto. ‘Yo soy porque nosotros somos’. Es una filosofía de vida, que consiste en creer que cooperando se consigue la armonía ya que se logra la felicidad de todos. El Ubuntu contempla a la Humanidad como un todo y está en el extremo opuesto de la filosofía del individualismo. Un individualismo que debemos dejar a un lado si realmente queremos, deseamos y anhelamos una mejor sociedad.
A medida que continúas creciendo espiritualmente y practicas mostrar bondad a los demás, hoy te pido que muestres bondad contigo mismo. Liberar las heridas y arrepentimientos del pasado. Es normal equivocarse, cometer errores, no ser perfecto. Sé amable y gentil contigo mismo y mírate como un ser único y amado. Escribe al menos 10 formas en que te ves a ti mismo como un ser amoroso contigo y con tu entorno.
Más allá de disfrutar de este fin de semana con alegría, fiesta, regalos, etc. Reflexiona sobre cómo a partir de ahora harás que el verdadero espíritu de la Navidad sea tu filosofía de vida y acá me gustaría compartir una frase dicha por San Juan Pablo II en la Navidad de 2001 “Nos toca a nosotros recurrir a la fuerza de su amor victorioso, haciendo nuestra su lógica de servicio y humildad. Cada uno de nosotros está llamado a vencer con Él «el misterio de la iniquidad», haciéndose testigo de la solidaridad y constructor de la paz”. San Juan Pablo II
Vivamos conscientes de lo mucho que podemos hacer para cambiar nuestro entorno. Hoy o mañana que digamos “Feliz Navidad” antes de decirlo de manera mecánica o robótica, reflexiona si a quien se lo dirás realmente puede vivir una “Feliz Navidad”. Vuelvo y te pregunto: ¿puedes hacer del espíritu de navidad tu filosofía de vida?
Deseo de todo corazón que la estrella de Belén ilumine tu vida, tu camino y esa luz en tu interior se irradie a todo tu entorno salpicando así chispas de amor, generosidad, ternura, compasión, tolerancia y fe, la sociedad lo necesidad, tu familia lo necesita, tu necesitas darlo, vivirlo y recibirlo permanentemente. Recuerda mientras más amor das, más te regresa. Hermosa y bendecida Navidad.
