Dra. Claudia Núñez Chile
Ser mujer en el siglo XXI implica grandes metas, pero,además, logros significativos en términos de igualdad de género. Sin embargo, aún se evidencian situaciones que dejan entrever la brecha de género y la participación de la mujer en distintas situaciones de la vida laboral, social y emocional.
Desafíos:
A pesar de estos avances, que se han visto reflejado en la práctica en el rol e importancia que posee la mujer en los distintos espacios que conforma la sociedad en la que habitamos, aún persisten desafíos en relación a la brecha salarial, la cual sigue siendo una realidad en muchos lugares, con las mujeres ganando menos que los hombres por el mismo trabajo o cargo directivo.
Por otro lado, la violencia de género sigue siendo un conflicto grave en todo el mundo, con millones de mujeres siendo víctimas de violencia física, sexual y emocional cada año. La discriminación por el solo hecho de ser mujer, también continua en muchas áreas, desde el acceso limitado a puestos de liderazgo hasta la falta de representación en los medios de comunicación y la cultura popular.
El Sentido de Ser Mujer:
La experiencia que significa ser mujer tiene un sentido con diversos matices, dependiendo del significado que cada una otorga, siendo moldeada por una combinación única de factores culturales, sociales y personales. En el mundo moderno, el sentido de ser mujer abarca una amplia gama de experiencias, desafíos y triunfos que reflejan la diversidad y la complejidad de la condición femenina.
El sentido de ser mujer es único y diverso de cada una . No hay receta “mágica” que nos ayude a ser igual que la otra, ni mucho menos querer serlo. Cada experiencia es distinta, la cual trae consigo emociones y patrones ancestrales de nuestro linaje femenino .Celebrar esta diversidad es fundamental para construir una sociedad inclusiva y equitativa donde todas las mujeres puedan prosperar y alcanzar su máximo potencial de manera única, comprendiendo, además, que cada una tiene la posibilidad de brillar y destacar talentos.
Sinergia Femenina:
Una parte esencial del sentido de ser mujer es la conexión y la sinergia que se experimenta entre nosotras. Mediante la colaboración, apoyo y amistad, podemos encontrar los espacios que promueven la fuerza, energía y empoderamiento femenino. Es importante crear aquellos espacios e instancias que brindan seguridad para trabajar de manera colaborativa y en hermandad.
Aún persisten espacios en que las mismas mujeres ponen obstáculos en el camino a sus compañeras, por la inseguridad que sienten frente a sus labores profesionales y personales, las cuales pueden verse afectadas o en riesgo. Muchas veces, la envidia, el celo y el prejuicio pone un velo gris, que no nos deja avanzar hacia un espacio de hermandad y sinergia femenina. Por consiguiente, es esencial remover aquellos espacios seguros y acciones colaborativas que permitan proporcionar un refugio donde las mismas mujeres puedan compartir sus experiencias, enfrentar desafíos comunes y celebrar sus triunfos.
Rompiendo barreras en un mundo dominado de hombres:
En un mundo donde históricamente los roles y las estructuras han sido dominados por hombres, el valor de la mujer es un tema central que desafía percepciones arraigadas y busca equidad de género en todos los aspectos de la vida. Desde el rol e importancia que posee en el hogar hasta el espacio laboral y en el ámbito social, las mujeres continúan luchando para que se les reconozca y valore plenamente frente al potencial que posee.
El valor de la mujer a menudo se ve empañado por barreras de acceso que son sistemáticas y permanentes, evidenciando aun en espacios tradicionales la discriminación de género, tanto de manera implícita como explícita. No es posible comprender que por ser mujer no pueda acceder a la libre elección de participar en espacios con hombres, o en algunas culturas , ser impedidas de hablar o vestirse como ellas desean.
En conclusión , en un mundo donde el valor de la mujer a menudo se subestima o se pasa por alto, es crucial reconocer y afirmar la importancia de las mujeres en la sociedad. Al hacerlo, no solo creamos un mundo más justo y equitativo para todos, sino que también aprovechamos todo el potencial humano para abordar los desafíos más apremiantes de nuestro tiempo. En el siglo XXI, ser mujer implica enfrentar una serie de desafíos únicos, pero también ofrece oportunidades para el crecimiento personal, el empoderamiento y el cambio social.
A pesar de estos obstáculos, las mujeres continúan demostrando su valor a través de sus contribuciones y logros en todos los ámbitos de la sociedad: desde liderar empresas o movimientos sociales que son capaces de cambiar el mundo. Así también, existen escritoras importantes y profesionales de diferentes esferas que han marcado el desarrollo de los procesos de transformación, dejando una marca indeleble en la historia y en la construcción de un futuro más inclusivo y equitativo.
