Por nosotras

Por Redacción
0 Comentario

Escrito por: Merce Roura periodista y escritora  Calella, Cataluña, España

Durante años he visto a grandes mujeres intentado demostrar que valían, que merecían, que “podían con todo” y que estaban a la altura. Yo misma me enrede en esa espiral en la que te muerdes la cola, pero nunca encuentras nada nuevo, nada que te sirva… A estas alturas, amigas, ya es demasiado obvio que no tenemos que demostrar nada ni ser nadie. No tenemos que decirles a los que nunca nos van a escuchar que merecemos lo mismo y lo mejor… No tenemos que convencer a los que nunca nos comprenderán que somos valiosas. Ahora lo que importa es que nosotras nos lo creamos de verdad y vivimos en consecuencia. Esa es la trampa, someterse a parecer lo que ya somos. Intentar encajar en moldes sin sentido y pensar que si somos buenas y damos el máximo nos darán las migajas… Hacerlo todo creyendo que así nos darán el lugar que nos pertenece cuando eso solo genera más dolor, más desigualdad y más desesperanza. Los que ya no nos valoran no lo harán por más que nos dejemos la piel en las calles, en las cocinas, en las escuelas, en las empresas… Por más que nos esforcemos en  destacar haciendo lo mismo y mejor. Hagámoslo por nosotras, no por ellos. No por demostrar sino porque nos importa, porque nos mueve, porque el mundo está lleno de posibilidades y nosotras nos las merecemos todas.

Dejemos de ponernos listones y metas imposibles y además de seguir reivindicando lo que merecemos iniciemos otra revolución… Una que se gesta en paz porque está dentro de nosotros y que se propaga y extiende sin fronteras…

 

Ahora es el momento de mirar dentro y darnos a nosotras mismas ese respeto que legítimamente reclamamos, de escucharnos como escuchamos a otros, de cuidarnos como cuidamos a otros, de mimarnos y regalarnos momentos, de encontrar nuestra propia voz y nuestro silencio, de parar para ver dónde estamos y a dónde queremos ir realmente más allá de moldes sociales y estereotipos. Es el momento de amarnos y aceptarnos y compartir lo que descubrimos en nosotras con todas para hacer más llevadero este camino. Y que nos acompañen ellos también, hay muchos que nos valoran y respetan, que quieren compartir esta experiencia y trabajar por lo justo, lo digno, lo necesario. Dejemos de esperar a que nos vean, mirémonos nosotras con la empatía y compasión que merecemos, con la amabilidad y respeto que necesitamos, con la admiración que nos tenemos… No necesitamos el visto bueno de nadie, solo el nuestro.

Ahora es el momento de decir otra vez que no a lo que es no y sí a lo maravilloso que merecemos. De poner límites y ayudarnos unos a otros a mantenerlos. De no excluir a nadie que necesite, que desee salir del túnel oscuro y gritar y llorar si hace falta. Es el momento de sacar la basura acumulada de lamentos y penas, de miedos y culpas y mirarla bien para comprender qué hacía ahí y decidir que ya no la queremos en nuestra vida antes de tirarla… Este cambio que merecemos y soñamos, amigas, se gesta dentro para que salga fuera…Si nosotras no nos lo damos, no nos lo dará nadie. Si nosotras no nos respetamos, no podremos compartir ese respeto… Vamos a querernos bien, a ser amables con nosotras y con otras personas que libran batallas calladas intentando salir del pozo… Vamos a decir basta cuando toca decir basta y gracias cuando toca decir gracias…

Por todas las que ahora lo pasan mal. Por las que lo pasaron mal y ya no están. Por las que vienen detrás de nosotras, que no deberían ya jugar en esta liga siniestra de roles absurdos, culpas y supervivencia bárbara… Por nosotras que estamos aquí y ahora y nos hemos dado cuenta hace tiempo que de merecemos la mejor vida posible. A veces, con un pequeño paso, basta… Una palabra amable, un gesto, una mirada hacia ti misma sin reproche, sin pensar que no llegas y no vales. No hay más meta que estar en paz con nosotras mismas y que dejar que el mundo lo vea y lo comparta…

Es la hora de volver al camino, pero esta vez el viaje es hacia nosotras mismas y la meta lleva nuestro nombre. Es un viaje hacia una nueva forma de mirarnos, de comprendernos, de aceptarnos, sin esperar que nos miren, nos acepten y nos digan que sí.

Cada paso que da una de nosotras, lo damos todas y todos lo que nos acompañan.
Que esta sea la última vez que tenemos que recordarlo.

You may also like

Deje un comentario