Por: Rodrigo Alarcón Martínez – @rasimagen
A través de la historia la mujer se ha visto expuesta a las exigencias sociales, ser madre como si no fuese trabajadora y trabajadora como si no fuese madre, estar siempre ¨linda¨, ¨bien vestida¨ términos tan subjetivos y faltos de empatía como podamos imaginar, además de todo tener que soportar estas exigencias de manera estoica sin dejar ninguno de sus diversos roles de lado.
Todos esto ha evolucionado de manera paulatina con la transformación del concepto de Imagen personal, de los estereotipos físicos y la industria del vestuario, dicha transformación nos invita a evolucionar a todos en nuestra postura ante esta importante situación.
Partiendo de la base que la Imagen personal es más que ropa, maquillaje y accesorios, debemos entender que la imagen es una herramienta importantísima de comunicación efectiva y nuestra carta de presentación fundamental a la hora de interactuar en sociedad, teniendo en consideración todo lo anterior, la imagen ya no habla de ¨bonito ni feo¨ ¨bueno ni malo¨ sino que considera las formas de cuerpo, la colorimetría, el visagismo, entre otros términos técnicos para el reconocimiento de la individualidad del ser, términos cada vez más conocidos en nuestra sociedad, los cuales nos llevan directamente a conocernos en profundidad para utilizar la imagen como lo que realmente es… una herramienta de comunicación e interacción social y más importante aún de empoderamiento femenino en base al autoconocimiento y el amor propio de cada una de ellas.
Te invitamos a estar pendientes de las próximas columnas de que nuestro amigo Rodrigo compartirá con nosotros pues sin duda alguna con su experiencia y conocimiento podemos potencializar nuestras habilidades y talentos.
