Más allá de las palabras

el Papa León XIV y el fin de la guerra verbal

Por: Marolen Martínez

El día de hoy, como comunicadores, pudimos conocer el mensaje que el Papa León XIV ha transmitido al mundo. En su primer encuentro con la prensa internacional, nos recordó una verdad fundamental: la paz no es solo una aspiración, sino una construcción que empieza en cada palabra que elegimos, en cada imagen que difundimos, en la manera en que miramos y escuchamos al otro.

Nos encontramos en un momento donde la comunicación tiene el poder de unir o dividir, de esclarecer o confundir, de sanar o herir. El Papa nos exhortó a asumir nuestra responsabilidad en este proceso: rechazar la guerra de palabras e imágenes y comprometernos con una narrativa que desarme la confrontación y promueva la reconciliación.

Desde el Aula Pablo VI del Vaticano, su mensaje resonó no solo entre quienes informamos, sino en cada persona que participa en el diálogo público. Nos invitó a ver la comunicación como un vehículo de entendimiento y respeto.

Pero su mensaje no se limitó a la defensa de la libertad de prensa. También hizo un llamado a la responsabilidad de los medios en la construcción de un discurso que desarme, en lugar de polarizar. “La paz comienza con cada uno de nosotros: con la forma en que miramos a los demás, escuchamos a los demás y hablamos de los demás”, expresó. En tiempos de incertidumbre y conflictos globales, estas palabras resuenan como un recordatorio de que la comunicación tiene el poder de transformar sociedades.

El lenguaje como herramienta de paz

Cuando el Papa León XIV menciona “la forma en que miramos, escuchamos y hablamos”, está poniendo en el centro la intencionalidad del mensaje. No es solo lo que decimos, sino cómo lo decimos y desde qué perspectiva lo hacemos. Nuestra manera de mirar al otro – con respeto o prejuicio –, nuestra disposición a escuchar genuinamente y nuestra elección de palabras determinan si estamos construyendo puentes o levantando muros.

Vivimos tiempos en los que el discurso en redes sociales y los medios de comunicación a menudo fomenta la polarización y el enfrentamiento. La guerra de palabras y de imágenes—aquellas narrativas que alimentan el odio o la manipulación—puede generar fracturas sociales profundas. Por ello, León XIV hace un llamado contundente: debemos rechazar la violencia verbal y visual tanto como rechazamos la violencia física.

El impacto de la comunicación en la sociedad

Debemos estar conscientes que cada mensaje que transmitimos tiene un efecto en quienes nos rodean. Desde las conversaciones cotidianas hasta las publicaciones en medios masivos, nuestro lenguaje configura realidades y puede influir en la percepción de conflictos o en la construcción de consensos. La paz no es solo ausencia de guerra; es una cultura que se cultiva con diálogo, respeto y empatía.

Cuando el Papa insta a decir «no» a la guerra de palabras, nos desafía a reflexionar sobre nuestra responsabilidad como comunicadores, como individuos responsables de las palabras que salen de nuestra boca.  No importa si somos periodistas, líderes de opinión o ciudadanos comunes: lo que expresamos contribuye a un ambiente de entendimiento o de confrontación.

El Pontífice hizo hincapié en algo sumamente importante “que no cedamos nunca a la mediocridad”, nos instó a crear cultura y entornos humanos siendo valientes desde el amor que habita en cada uno de nosotros.

Hacia una comunicación que transforme

El mensaje de León XIV nos interpela a asumir un papel activo en la transformación del discurso público. Las palabras pueden sanar, pueden inspirar y pueden abrir caminos de reconciliación. Elegir hablar con verdad y respeto no es solo un acto ético, sino una decisión que puede cambiar sociedades.

En este sentido, el periodismo, la educación y las plataformas digitales tienen un papel clave en la promoción de una comunicación que desarme los conflictos en lugar de avivarlos. La paz es una construcción colectiva, y cada uno de nosotros—con la forma en que nos expresamos y compartimos información—puede ser un agente de cambio desde su metro cuadrado de impacto directo.

Sin duda alguna el liderazgo de León XIV se perfila como un pontificado que buscará «tender puentes y fortalecer el diálogo“, así lo expreso desde su discurso el 8 de mayo. Su llamado a la paz no solo interpela a los periodistas, sino a todos aquellos que tienen voz en el espacio público. En un mundo donde la desinformación y la confrontación parecen dominar, su mensaje es un recordatorio de que la verdad y la paz deben ser los pilares de toda comunicación.

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