Clave para el Éxito de las Mujeres en Tiempos de Adversidad
El año 2020 será recordado por muchos como un período de desafíos sin precedentes, donde el dolor físico, financiero, emocional y mental se entrelazaron en nuestras vidas de maneras inimaginables. En medio de la adversidad, nos encontramos aislados, distanciados de nuestros seres queridos y desconectados de nuestras comunidades espirituales y de apoyo. Sin embargo, en medio de la oscuridad, hubo luz. Hubo esperanza, inspiración y curación.
A lo largo de la historia, las mujeres han desempeñado roles fundamentales en momentos críticos, y la pandemia del 2020 no fue la excepción. Enfrentamos la enfermedad y la pérdida de seres queridos con audacia y valentía. Desde la soledad del encierro hasta el desafío de equilibrar el trabajo remoto con las responsabilidades familiares, las mujeres demostramos una resistencia y resiliencia extraordinaria.
Entre las historias de éxito, surgieron familias más unidas, familias con más miembros (bebés Covid) nuevas empresas prosperaron, la tecnología logró ayudar a la distancia y la creatividad alcanzó nuevas alturas. Sin embargo, también hubo relatos de lucha, con familias fracturadas, relaciones que no resistieron la convivencia continua y negocios que se desmoronaron.
Al reflexionar sobre estas experiencias, me di cuenta de un factor crucial que marcaba la diferencia entre el éxito y el fracaso, más allá de lo financiero: la comunicación. Como coach, he dedicado tiempo a explorar este aspecto tanto en mi vida personal como profesional y a darme cuenta de lo importante que es el lenguaje en nuestras vidas.
La comunicación, descubrí, es la piedra angular de todas nuestras interacciones. Desde el tono de voz, la corporalidad, hasta las palabras que elegimos, nuestra comunicación tiene un impacto profundo en nuestras relaciones y resultados. Me enfrenté a preguntas difíciles y de mucha consciencia: ¿Cómo contribuí al ambiente en mi hogar durante el encierro? ¿Cómo influyó mi comunicación en la efectividad de las reuniones virtuales en el trabajo y en los resultados esperados?
Al reflexionar sobre estas cuestiones, reconocí mi responsabilidad en crear un ambiente de paz y armonía en casa, así como en facilitar reuniones de trabajo virtuales productivas y estimulantes con resultados positivos. Comprendí que cada palabra que pronunciaba llevaba consigo una intención, y que ser consciente de ello era esencial para cultivar relaciones sólidas y construir confianza.
La comunicación no solo afecta nuestras interacciones con los demás, sino también nuestra relación con nosotros mismos. Cada palabra que elegimos nos define y moldea nuestras experiencias. Como mujeres, tenemos el poder de utilizar nuestro lenguaje para dejar una huella positiva, criar personas íntegras, destacar en el ámbito laboral y desafiar las normas de género.
En el ámbito personal, el lenguaje que utilizamos puede fortalecer nuestras relaciones y crear un ambiente de apoyo y comprensión. A través de palabras de aliento, expresiones de gratitud y comunicación abierta, podemos construir conexiones profundas con nuestros seres queridos y fomentar un sentido de unidad en tiempos difíciles. Cuando una comunicación es abierta, transparente con visibilidad absoluta, las diferencias de puntos de vista, las diferencias de personalidades y de género no deberían ser obstáculos para tener una buena relación y mejorar una.
En el ámbito profesional, la comunicación efectiva es esencial para el éxito. Desde la claridad en la transmisión de ideas hasta la capacidad de negociar y resolver conflictos de manera constructiva, nuestras habilidades de comunicación juegan un papel crucial en nuestra trayectoria laboral. Al ser conscientes de nuestro lenguaje y su impacto en los demás, podemos influir positivamente en el entorno laboral, alcanzar nuestras metas profesionales y contribuir al establecimiento de la confianza que es la base de todo equipo de alto desempeño.
La clave para una comunicación exitosa radica en la autenticidad y la congruencia. Cuando nuestras palabras reflejan nuestros valores y objetivos, podemos inspirar confianza y respeto en los demás. Ser impecables con nuestras palabras implica ser conscientes de la influencia que tenemos y utilizar nuestro lenguaje de manera responsable y reflexiva.
En el próximo artículo, compartiremos algunos consejos prácticos para mejorar nuestra comunicación y alcanzar nuestro máximo potencial como mujeres. Porque si aprendemos a comunicarnos con las palabras adecuadas, en el momento adecuado y con el mensaje correcto, podemos convertirnos en las mujeres que deseamos ser.
Karina Fernandez – Potenza – potencializando el talento humano
