El poder del Lenguaje

Consejos para transmitir eficazmente nuestros puntos de vista

Siempre he pensado y se los comparto que agradezco haber nacido en esta época, en la que podemos encontrar un lugar dentro de la sociedad laboral y aportar ideas y conocimiento. Aunque aún debemos avanzar hacia una mayor inclusión, creo profundamente que al potencializar nuestra forma de comunicarnos con nuestro entorno, abrimos más puertas y nuestras voces son más escuchadas.

Entonces veamos algunos consejos para que nuestros puntos de vista lleguen a nuestros colaboradores, pares, clientes, proveedores, esposos, hijos, con mayor efectividad.

Entender las diferencias de comunicación entre hombres y mujeres, al recibir un mensaje.

Los hombres suelen preferir algo puntual y conciso: es por esto que entre hombres no tienden en su mayoría a tener conversaciones emocionales.
Las mujeres por otro lado, buscan primero la identificación y emoción, para luego ir al punto: es por esto que las reuniones de amigas pueden extenderse por horas con solo una taza de café.

Por lo tanto si vamos exponer nuestro punto a un grupo mixto, es crucial lograr un equilibrio para que el mensaje resuene con todos los presentes.

Empatía. Comprender el punto tratado desde nuestra perspectiva pero más importante verlo con la mirada de la otra persona. Podemos seguir estos pasos para practicar la empatía:

Intento ponerme en el lugar de la otra persona e intentar entender lo que está viendo, entendiendo y sintiendo.
Valora lo que la otra persona puede estar sintiendo o entendiendo en relación a tema tratado.
Comparte tus sentimientos específicos sobre el tema tratado sin excederte en la expresión de emociones.
Y luego de los tres puntos anteriores, expongo mi punto de vista con claridad.

Reducir la brecha comunicativa. Comprender que existe una brecha entre lo que se trata de comunicar y lo que la otra persona comprendió.

Feedback: Hacer preguntas para confirmar si la otra persona comprendió la el mensaje y lo que se espera luego de la conversaión.

Adapta tu mensaje a quien se lo comunicas según conocimiento, educación y experiencia.

Evita suposiciones. No asumas que la otra persona entiende claramente lo que estás tratando de comunicar por eso es importante el feedback y las preguntas para clarificar.

Resumen. Al final le puedes pedir a la otra persona que haga un resumen para ver cómo comprendió el mensaje y tu dar los puntos clave.

Inteligencia Emocional. Al aplicar la inteligencia emocional transformamos nuestras conversaciones.

Algunos ejemplos en los cuales podemos pecar de no agregar ese ingrediente:

Cuando interrumpo antes que la otra persona termine de darnos feedback.
Cuando subo el tono de voz cuando hay un desacuerdo.
También cuando boto la opinión de la otra persona sin escuchar toda la información, digerirla y pensar antes de compartir mi opinión.

La inteligencia emocional en las conversaciones con los que nos rodean, implica gestionar nuestras emociones y comunicar nuestros deseos de manera que logremos los resultados esperados.

Algunos principios para desarrollar la inteligencia emocional en nuestras conversaciones son:

Escucho atentamente hasta el final lo que desea comunicar la otra persona.
Resalto los puntos en los que si estamos de acuerdo con la otra persona y la hago sentir bien e importante.
No desestimo lo dicho por la otra persona, me limito a decir que difiero en algunos puntos que voy a exponer.
Basa tus argumentos sobre la base de hechos vividos, ejemplos de otros o historias verídicas que sustenten tu punto y presenta posibles consecuencias de no tomar en cuenta tu punto.

Actualmente la mayoría de nosotras tenemos varios roles a la vez, las emociones nos vienen como olas y no logramos ir reconociéndolas. Les dejaremos una recomendación para iniciar el camino de reconocer nuestras emociones:

Diario de emociones: Iniciar un diario de emociones en donde podrás descubrir y hacerte más consiente de las emociones que influyen tu día a día, tomar decisiones sobre ellas y descubrir las que te mueven hacia una vida plena y de felicidad intrínseca.