El riesgo de consumir alimentos ultra procesados
La obesidad y el cáncer muestran una relación ampliamente estudiada, en la que la evidencia científica refuerza cada vez más el riesgo de desarrollar hasta 13 tipos de cáncer.
La obesidad se ha convertido en un tema de salud crítico en el planeta. A nivel mundial se estima que el 3.6% de todos los casos nuevos de cáncer en adultos (- de 30 años o más, alrededor de 481 mil) en 2012, fueron atribuidos a un Índice de Masa Corporal (IMC) alto, de acuerdo con el estudio comparativo – más de 10 autores- publicado en Lancet Oncology y posteriormente compartido en la publicación PUbMed de la National Library of Medicine (2014).
Los casos fueron mayores en mujeres (5.4%) que en hombres (1.9%). Los tipos identificados fueron: útero, mama posmenopáusica y colon, los cuales se vincularon con países con Índice de Desarrollo Humano (IDH) muy alto y alto.
Otro estudio más reciente: “La obesidad y su relación con el cáncer” de Hernando-Requejo y García de Quinto, publicado en 2024 por Scielo, confirman esta evidencia. “Entre 82 potenciales causas ocupacionales, ambientales, comportamentales y metabólicas, tener un IMC superior a 25 es la tercera causa más probable de muerte de cáncer, luego del tabaco y el alcohol.
Estiman que, si la tendencia se mantiene, en el 2035 podría atribuirse a un IMC superior a 25, el 40% de los cánceres de endometrio, el 25% de esófago, el 20% de los renales y hasta un 20% de hepatocarcinomas (hígado).
¿Cómo se define la obesidad?
Es cuando una persona tiene una cantidad o distribución poco saludable de grasa corporal, de acuerdo con el Instituto Nacional del Cáncer. Esto se mide con la fórmula: IMC en kg de peso/m2 (altura en metros x 2), en donde sobrepeso y obesidad se catalogan con indicadores superiores a 25 IMC o más (la calculadora varía en menores y adultos).
Entre las consecuencias del exceso de peso corporal se identifican cambios como inflamación crónica, altos niveles de insulina y alteración en las hormonas sexuales. Además, el riesgo de padecer enfermedades como diabetes, presión arterial alta, enfermedades cardiovasculares, accidentes cerebrovasculares y cáncer.
Ambientes obesogénicos
En Guatemala, la prevalencia de sobrepeso y obesidad estimó un crecimiento anual del 3.5% en adultos y de 3.1% en niños en el 2024.
Estas cifras se ven favorecidas debido a los ambientes obesogénicos, es decir aquellos que propician el sedentarismo y el consumo de alimentos poco saludables o ultraprocesados. “Son espacios en donde la publicidad y la disponibilidad fácil de comida rápida, con grasas y azúcares facilitan su consumo”, explica la nutricionista Ivonne García, directora del proyecto Guatemala Saludable.
Esta realidad se confirma en Guatemala con el estudio de A. Chew, A. Moran y J. Barnoya, sobre Pantanos Alimenticios publicado por Centro de Control de Enfermedades (CDC) en 2018, que determinó cómo en tres barrios de distinto nivel socioeconómico se identifican abundantes entornos saturados de alimentos poco saludables.
Este mes de junio, en ocasión de celebrarse el Día Mundial del Superviviente de Cáncer, la coalición Guatemala Saludable se une a las muestras de esperanza para vencer esta enfermedad, así como también considera oportuno dar visibilidad y concientizar sobre la relación entre el cáncer, obesidad y los factores físicos y sociales que favorecen entornos de obesidad, tales como la alta disponibilidad de alimentos ultraprocesados y bebidas azucaradas.
Por eso, García resalta la necesidad de promover la Iniciativa 5504, ley de Promoción de Alimentación Saludable, la cual tiene por objeto la creación de un marco jurídico que promueva el etiquetado de productos alimenticios preenvasados. Esto permitiría que las personas tomen decisiones informadas, y con ello contribuir con el cuidado de la salud de todos los guatemaltecos. Asimismo, invita a firmar la petición en https://www.guatemalasaludable.org/firmapeticion para exigir al Congreso de la República la aprobación de dicha ley.