El desafío de ser mujer en la política

¡Es como un deporte extremo!

Autor: Jennifer de la Cruz – X: @jennteinforma – TikTok: @jennteinforma – Instagram: @jennteinforma._ – Facebook: @jennteinforma – Editorial: youngfortransparency@gmail.com

En la Universidad de San Carlos se están llevando a cabo actualmente diversas elecciones para el Consejo Superior Universitario, con representación de estudiantes, docentes y profesionales; sin embargo, la crisis política de la universidad, consecuencia del fraude electoral en rectoría, evidencia que estas elecciones no siempre son un ejercicio democrático y transparente. Ni si quiera el sistema de pesos y contra pesos queda exento, pues los espacios que han sido ganados por la oposición al día de hoy no han notificado su toma de posesión dentro del Consejo.

Participar en política dentro de la Universidad de San Carlos es un deporte extremo; aunque representa un riesgo, no podemos dejar que nos arrebaten la única universidad pública y que tomen decisiones que no representan los intereses de la academia, sino que responden a intereses individualistas que buscan perpetuarse y conservar sus privilegios e impunidad.

La participación de estudiantes en las facultades ha sido activa, perdiendo el miedo y buscando recuperar los espacios de decisión de la universidad, no obstante, la participación de mujeres ha sido menor a comparación de los hombres. ¿Por qué? El campo político es mucho más hostil cuando una mujer entra a la contienda, es objeto de ataques machistas y misóginos, producto de vivir en una sociedad patriarcal.

¡Decisiones!

Desde mi experiencia, participar en las elecciones de representante estudiantil ante el Consejo Superior Universitario, en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, fue una decisión difícil, pero estuvo motivada por la frustración que comparto con los estudiantes dignos, cansados de ser afectados por la corrupción enraizada en nuestra alma mater. Desde el momento que decidí anunciar mi candidatura oficial, los ataques fueron casi instantáneos: cuentas anónimas que filtraban mi información personal con el objeto de coaccionarme (ataques que no sufrieron mis contrincantes), y ataques a mi cuerpo, promoviendo el odio por mi forma de “vestir” o por mi forma de maquillarme.

Ser objeto de ataques políticos siendo mujer es una lucha agregada que debemos enfrentar, pero esto no debe limitar nuestra participación, pues ésta es necesaria para visibilizar nuestros aportes políticos y nuestro interés por la conservación de la academia. Esta representación visibiliza la lucha de las mujeres en pro de un mejor país.

Aspiremos al cambio…

Podemos aspirar a que algún día el panorama político cambie y que las condiciones para las mujeres sean más favorables, pero debemos movilizar este cambio por nosotras, por nuestras hermanas, por nuestras primas, sobrinas, nietas y por las que vienen detrás de nosotras.

Recordemos que los derechos que tenemos el día de hoy son producto de mujeres que lucharon por nosotras, es momento de dar ese paso al frente y jugar nuestro rol en la historia. Recordemos la Universidad de San Carlos está en el estudiante consciente, está con las mujeres soñadoras, está en la dignidad.

Sobre el Autor: Estudiante de la Licenciatura en Ciencias Jurídicas y Sociales en la Universidad de San Carlos de Guatemala y creadora de contenido político.

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