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El valioso legado de Mary Kay® Ash en mis manos

Por Redacción
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Un sueño hecho realidad de empoderamiento y belleza

Por: Margarita Pacay

Sonia Lourdes Aceituno Ovalle

Aquel sueño de ofrecer a la mujer guatemalteca la oportunidad de poder superarse, con una visión de igualdad, independencia económica, empoderamiento y crecimiento personal y profesional, a través de un negocio propio se hizo realidad.

Ese sueño se ha construido en Guatemala, generado por Inversiones Masdel S.A. Distribuidor exclusivo de la marca Mary Kay® Inc. en Guatemala y El Salvador, a cargo de Sonia Lourdes Aceituno Ovalle, hija de la ingeniosa emprendedora Sonia E. Aceituno (QEPD) quien en una visita a estados Unidos visualizo el impacto que podría tener en Guatemala y así decidió traer Mary Kay, cuyos productos de cuidado personal y belleza se han posicionado como marca a nivel internacional, desde hace más de 60 años. 

La marca de Mary Kay® actualmente crece en Guatemala a través de Sonia Lourdes, quien continúa la visión de su madre, basada en un legado rico en valores, pasión por el trabajo y apoyo a las mujeres.

¿Sonia, qué significa para ti ese liderazgo que actualmente ocupas?

Es un motivo de mucha bendición en mi vida, una oportunidad maravillosa que me ha permitido desarrollarme a nivel profesional y en el área personal.  He ido descubriendo muchas habilidades propias que me han permitido crecer y lograr cumplir mi sueño que se fusiona con el legado de mi madre.

Este liderazgo lo he fortalecido con la formación recibida, al cursar la carrera de administración de empresas, con énfasis en emprendimiento, en la Universidad Francisco Marroquín, así como diplomados actualizados que se ajustan a lo que hago, como el obtenido en INCAE,  me encantó, iba muy enfocado al desarrollo de la mujer, y todo lo que tiene que ver con el crecimiento y el emprendimiento de nuevos negocios para este grupo.

¿Cómo te describes, y cuál es tu visión al mando de la compañía?

Me encanta la frase «un ser divino viviendo una experiencia humana«, con la cual me identifico. Me considero una persona creativa, me encanta generar nuevos proyectos, soy amorosa, líder, y una persona íntegra que tiene sus objetivos definidos y sabe qué es lo que quiere.

Mi compromiso con la compañía es enorme, y lo llevo muy dentro de mí, ya que desde que estuve en el vientre de mi madre llevaba esa energía, al ser ella en ese entonces la ingeniosa mujer que estaba gestionando traer esta marca al país, hoy muy reconocida y tan importante para las mujeres.

Crecí con esa visión de pasión por lo que haces, apoyo a las mujeres y sobre todo el ejemplo de la práctica de valores. Fueron tan valiosos en la vida de mi madre y que inyectó, a la vez, a otras mujeres.

¿Cómo mides el éxito?

He aprendido que el éxito no se mide solo en posiciones, dinero, cargos, sino el verdadero éxito se mide en la integridad y en los valores que uno aplica en el día a día, y cómo realmente uno es como persona.  Esto es tan importante para mí, llegar a ser exitoso implica ser congruente con lo que se dice y hace, así era mi madre, y ese legado es el que debo continuar, es la formación que he recibido en las diversas etapas de mi vida.

Parte del éxito de mi madre era su interés genuino para ayudar a las demás personas, esto es lo que se resume también en la actualidad, en la visión que se quiere como empresa, al ofrecer calidad e independencia.

Mary Kay® es una empresa de venta directa, que ofrece la oportunidad de los maravillosos productos para el cuidado de la piel, maquillaje, fragancias, y salud integral, con la más alta calidad e innovación. 

Nuestra visión como Mary Kay® es que tengas tu propio negocio, tengas la oportunidad de ser tu propia jefa, tu propio horario y decidas el éxito que desees alcanzar.

Enlazado a esto que ofrece la marca, nuestra visión es generar confianza en la mujer, ya sea que usen los productos de Mary Kay® o quieran emprender un nuevo negocio.

¿Cómo empoderarlas?

Todas las mujeres traen sus propias habilidades que son importantes que las desarrollen, muchas veces por las creencias o etiquetas que tienen, no avanzan. Pero es importante que crean en ellas mismas, que descubran lo valiosas que son y lo que son capaces de realizar para tener una vida mejor, que les genere bienestar.

Somos como ese diamante en bruto, que debemos ser pulidos en todo momento, a través de los diferentes retos que enfrentamos en la vida.  Se nos olvida que todas somos esos diamantes, todas tenemos esas mismas habilidades y potencial, solo hay que ponernos al trabajar en ello.

Con esa misma confianza que generen en ellas mismas, también Mary Kay® abre esas puertas de confianza para que sigan desarrollándose, ya sea como consultoras, personal de fuerza de ventas, proveedores, que sienta las diferencia en el trato, que son valoradas en la compañía. Y quienes usen la diversidad de productos de la marca, sientan la confianza de continuar usándola porque les genera ese bienestar a través de su calidad garantizada.

Durante una reunión reciente, a nivel mundial, conversábamos sobre Mary Kay® y uno de los puntos era definir ese factor determinante que debemos trabajar, y es la confianza en nosotras mismas, es algo con lo que siempre hemos lidiado, y lo vemos desde el inicio cuando empezó esta marca, que fue hace 60 años.

Primero, los retos que teníamos como mujeres era el sentido de igualdad, entre hombres y mujeres, ya que no existía, y por eso existe Mary Kay®, porque gracias a ello y a la fundadora, surge este maravilloso negocio, creado por una mujer, para la mujer, donde podía desarrollar todo ese potencial a nivel laboral, como profesional, sin límites, sin imposiciones, sino definir su propio éxito. 

Mi madre, Sonia E. Aceituno (QEPD) empezó siendo mamá soltera, al mismo tiempo que supo que estaba embarazada también le ofrecieron la oportunidad de tener la distribución en Guatemala de esta marca.   Desde ahí es donde nos enfrentamos a retos como mujeres, el ser madres, tener un crecimiento laboral y ese balance es lo que nos cuesta como mujeres, desde esos indicios, cuando ella me contaba su experiencia y vivirlo en carne propia, ella fue el testimonio perfecto de entender la prioridad de vida, primero será Dios, la familia y la carrera, y esas son las mismas prioridades de Mary Kay®.

Si nosotros ponemos a Dios primero, todo fluye; y luego tener a la familia como prioridad, es nuestro motor, propósito, y es lo que nos motiva a salir adelante, a ser mejores cada día.  Una herramienta fabulosa, donde podemos no solo lograr nuestro sueño, sino ayudar a otras mujeres a lograrlo. 

Desde muy pequeña viví ese balance de prioridades en la vida de mi madre, y sobre todo algo que me encantaba de ella, era que ella practicaba con el ejemplo, era una persona muy íntegra, siempre que nos reunimos, me encantaba saber que otras personas decían que al conversar con ella siempre percibía cuando una no estaba bien, tenía las palabras reconfortantes y sabias para levantar el ánimo y autoestima.

Me siento la hija más orgullosa, también como líder, porque era mi jefa, ver esa parte importante de la integridad, los valores sólidos, el predicar con el ejemplo.  Es algo que marcó mi vida. 

En ningún momento me dijo tú no puedes, sino yo te apoyo, tú puedes.   Cuando una persona cree en nosotros, eso hace la diferencia. Si una persona está creyendo en mí, porque yo no voy a creer en mí.

No olvides poner a Dios siempre como la prioridad, y mantén una actitud positiva, con honestidad e integridad.

Otros secretos para crecer

Toma el control de tu vida.  En nuestra vida tenemos dos opciones: estar en el papel de víctimas o ser el protagonista de nuestras vidas. Y muchas veces sin darnos cuenta tomamos ese papel de víctimas, “que a ella le va bien a mí no”.  Es una cuestión de actitud, de decir yo decido lo que quiero para mi vida.  Tengo que creérmelo, pulir el diamante y enfocarme.  

Temor siempre vamos a tener, pero lo más importante, es que una persona exitosa es aquella que a pesar del miedo se atreve a ser las cosas.  Tu actitud te abre las puertas. Nada cambia si no cambiamos nosotras mismas.

Mi mamá decía “haz lo que te haga feliz”, porque si nosotras lo estamos haciendo con amor y nos produce felicidad, es algo que se nos facilitará, y cualquier obstáculo lo sabremos superar, porque será parte de la aventura del trabajo que nos apasiona hacer.

En Mary Kay® conforme se va creciendo, así se van abriendo diversas vías de ingreso, una de estas es la oportunidad de viajar al estilo Mary Kay®, cuando yo era muy pequeña mi mamá me llevaba a esos viajes y desde ese momento mi visión en el negocio se iba fortaleciendo; y, hoy liderar y ver a cientos de mujeres que se van transformando me hace una mujer inspirada y más comprometida con mi propósito de vida.

Es interesante haber visto a muchas mujeres que se desarrollaron con el ejemplo de mi madre, mientras yo iba creciendo y aprendiendo también.  Hoy me siento comprometida y confiada de ese legado que me toca desempeñar, innovando como marca, pero sobre todo fortaleciendo los valores y confianza con todas las mujeres, y motivada con la fe en Dios y la motivación de las mujeres que emprendieron con mi madre, quienes aplauden mis logros y motivan a continuar una misión de oportunidad de trabajo tan importante en el país.

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