Aprende elaborar un presupuesto y plan de ahorro por semana, quincena o por mes, todas esperamos el momento de ver el dinero, fruto de nuestro esfuerzo, llegar a nuestras manos. Sin embargo, esa euforia inicial desaparece cuando hay que hacer una gran cantidad de pagos: tarjeta de crédito, servicio del auto, gasolina, paseos escolares, agua, luz, teléfono, la ropa y los zapatos que adquiriste a plazos y la lista no parece terminar.
Llevar un buen manejo de tus finanzas te permitirá vivir con tranquilidad y cumplir tus deseos. A continuación te presentamos una guía para que sepas cómo debes organizar tu dinero y de esta manera armar un plan de ahorro.
El problema surge cuando no sabemos exactamente en qué gastamos, tenemos una idea vaga y dejamos de lado gastos que parecen insignificantes, pero que sumados no lo son. De ahí parte la importancia de que armes un buen presupuesto para que tengas el control de tus egresos e incluso hacer un recorte para ahorrar, si ese es tu proyecto. De acuerdo con diversos especialistas en el tema, un buen presupuesto te ayuda a:
• Asumir el control de tus finanzas.
• Identificar de forma concreta todos tus gastos.
• Evitar compras impulsivas.
• Decidir lo que puedes y no comprar.
• Contribuir a que lleves un control de la forma en que gastas tu dinero.
• Crear un plan de ahorro.
Los pasos para hacer tu presupuesto
1. Suma todos tus ingresos
Éste es el primer paso y se hace con base en el ingreso neto, es decir, después de impuestos, ¿qué percibes? Si cobras tu sueldo por semana multiplica la cantidad por 4.333, si la recibes cada dos semanas multiplica por 2.167 y si te pagan dos veces al mes, multiplica por dos. Toma en cuenta que hay meses que tienen cinco semanas.
Si no recibes un sueldo fijo, calcula todas tus entradas y divídelas entre 12. Además debes incluir rubros como la manutención de los hijos, pensión alimenticia, comisiones, bonos y aguinaldo, si aplica.
2. Haz un cálculo de tus gastos
Aquí es donde tienes que anotar todo lo que gastas. No se trata sólo de la colegiatura, hipoteca, gimnasio o el supermercado. Incluye lo que le das al valet parking, estacionamiento, las propias, el dinero para el almuerzo de tus hijos, las salidas a comer o a tomar café, las galletitas o el agua que te compras en la oficina, etcétera. Una buena idea es que durante una semana anotes todos esos pequeños gastos y al final los sumes.
A continuación encontrarás un recuadro que te servirá de base para realizar tu presupuesto. Consejo: los gastos que no sean mensuales divídelos entre 12, por ejemplo, el pago de tenencia, gastos médicos o de artículos personales. Si no tienes la cantidad exacta ponla en la parte que dice presupuesto.
- Calcula la diferencia
Resta a tu ingreso mensual el gasto real total. Si quedas en números rojos, estás gastando más de lo que percibes.
4. Analiza tu presupuesto
Éste es el punto en el que debes observar en qué estás gastando y cómo puedes recortar esas salidas de dinero. Quizá sea mejor que rentes una película en lugar de ir al cine dos veces por semana. A lo mejor es importante que pagues lo más pronto posible el saldo de tus tarjetas de crédito, para evitar que los intereses aumenten. Cuando tienes un plano general de todo lo que gastas, también puedes analizar tus hábitos de consumo y decidir qué rubros recortar.
Pon en orden tus finanzas
Si eres honesta contigo misma, ahora sabrás en qué se te va el dinero. Es posible que te enfrentes a la dura realidad de que gastas más de lo que tienes, pero la buena noticia es que puedes hacer algo al respecto. Para ello necesitas ser objetiva y realista, pensar en por qué compras ciertas cosas y qué beneficios te aporta hacerlo. Hacer un presupuesto va más allá de sumar y restar, es un análisis de tu forma de gastar, de tus deseos, necesidades, valores y la realidad que vives. Llevarlo a cabo vale la pena, ¡inténtalo!
Colaboración de: Monserrat Celorio
