Los futurólogos en tendencias de mercado han identificado un nuevo segmento para definir a las mujeres que destacan por su independencia, por contribuir con la parte más significativa del ingreso familiar y porque toman las decisiones más importantes; son seguras de sí mismas, exitosas y bon vivant. ¿Te identificas?
Que todo a su alrededor ha cambiado nadie lo puede poner en duda. La mujer que sembró semillas de libertad e independencia hacia finales del siglo XIX, cuando despuntaba el movimiento feminista y alcanzó su culminación en el siglo XX, ahora, en los albores de este milenio, ha comenzado a cosechar los frutos de aquella llamada revolución. Con presencia en ámbitos y espacios que habían estado reservados exclusivamente a hombres, las mujeres de nuestra generación han sentado precedentes que sirven de referencia a las que vienen ensanchando el camino que llena la presencia femenina.
Sin embargo, la evolución de las sociedades modernas no espera y mientras en algunos países y comunidades la lucha de géneros sigue siendo el tema principal en sus agendas, en otras latitudes ellas han escalado una posición más, y ahora, además de ocuparse de sus roles tradicionales, desempeñan uno más: ser y ver por ellas mismas.
Marian Salzman, ejecutiva de la agencia JW Thompson en Estados Unidos y reconocida futuróloga de tendencias, trazó hace algunos cinco años el concepto de lo que es un nuevo grupo social: las mujeres alfa, un naciente perfil de féminas con ciertas particularidades, entre ellas, su capacidad para generar el principal ingreso de su familia; tomar las decisiones más importantes del hogar y estar altamente interesada en sí misma, en suma, ejercer los roles tradicionalmente masculinos.
EL TÉRMINO “ALFA” FUE ACUÑADO POR MARIAN SALZMAN, FUTURÓLOGA DE TENDENCIAS DE MERCADO PARA DESCRIBIR A UN NUEVO PERFIL DE MUJERES PODEROSAS QUE COMIENZAN A TENER IMPACTO EN LA SOCIEDAD
¿Por qué alfa? La nominación la justifica Salzman por la jerarquía que se hace en los grupos animales para diferenciar al líder, a la cabeza del grupo y al que los otros siguen, ya sean machos o hembras. Llevado al género humano, se refiere al hombre o mujer que ostenta una posición de poder y liderazgo, y en el caso particular de las mujeres alfa, tiene que ver con la hegemonía que desempeñan en todos los roles de su vida.
Cabe aclarar que en Occidente, el término macho o hembra alfa puede ser abordado de varias maneras, desde la perspectiva psicológica, social, mercadológica –que es la que nos ocupa en esta ocasión– e incluso sexual, donde de manera despectiva se alude a las mujeres en el sentido de “come hombres”.
Sin embargo, el término fue acuñado por Salzman específicamente para describir los nuevos aires de autonomía y poder que estas mujeres están adquiriendo en ámbitos que por años le habían sido negados y en los que su reciente incursión ha sido exitosa. La presencia de un alfa supone la de un beta, en este estudio, entendido como el hombre o pareja –si existiera– de la mujer, quien asume el rol “del segundo a bordo” en la relación, es decir, puede desempeñar el papel protagónico si fuera necesario y así lo decidiera.
Alfas guatemaltecas
A pesar de ser una tendencia bien identificada, las mujeres alfa en las sociedades latinoamericanas están en pleno despertar. De hecho, en Guatemala las mujeres son medio alfas, están en pleno proceso. La presencia de mujeres alfa en Guatemala es indiscutible y la tendencia va en crecimiento, tan sólo debemos tener en cuenta que en los últimos cinco años las mujeres que son cabeza de hogar se incrementaron en 10 por ciento.
El segundo factor que repercute es el de la desestabilización de la pareja, “la tasa de matrimonios o parejas ha disminuido en un 7%, en tanto que el de los solteros ha crecido en 11 por ciento”. Y finalmente, el rol que voluntaria o involuntariamente ha adquirido la mujer como jefa de familia. “En los últimos cinco años, las mujeres que son cabeza de su hogar se incrementaron en 10 por ciento”.
Ante este panorama, no resulta difícil imaginarse el surgimiento de esta clase de mujeres, aunque –aclara Diana– hay que agregar las características que enlista Marian Salzman, para hablar de una genuina mujer alfa. “Además de aportar el mayor ingreso y tomar las decisiones financieras de su familia, un componente indispensable de estas mujeres es que tienen una gran autoimagen, se interesan mucho por sí misma”, explica, y argumenta que algunas mujeres llenan la mayoría de los requisitos, pero si llevan más un estilo de vida abnegado, en el cual no ven ni piensan en ellas y todo lo dan a los demás, entonces no se consideran alfas.
“Creo que todavía aspiramos a jugar un cambio de roles, en especial quienes están casadas, a ellas las veo transitar de alfa a betas en algunas cuestiones”, puntualiza y nos comparte una teoría: “En la documentación que hice para este estudio, me topé con la idea de que existen mejores posibilidades de relación en pareja de una alfa guatemalteca con un hombre extranjero. Esto tiene mucho que ver con la aceptación del hombre en el intercambio de roles, en nuestra sociedad es un tema fuerte porque no deja de ser una dinámica machista”.
Sin embargo, agrega que también existe la opción de formar parejas donde ambos sean alfas, como podrían ser William y Hillary Clinton, él ex presidente de Estados Unidos y ella ahora secretaria de Estado. Cada uno ha forjado su carrera, igual de exitosa, sólo que en diferentes momentos.
“En Guatemala, hablamos de número considerable en crecimiento de mujeres alfa, quienes están convirtiéndose en un mercado de consumo muy interesante”
| ¿CÓMO SON LAS ALFA? |
| • Les gusta tomar riesgos • Se preocupan mucho por sí mismas • Son perfeccionistas • Aprovechan las oportunidades cuando se presentan • Les importa que sus familias piensen que les va bien • Están dispuestas a sacrificar tiempo familiar para avanzar en su vida profesional • Consideran el trabajo como toda una carrera • Les atrae la cultura y les gusta viajar a destinos exóticos • Son seguras de sí mismas • Les gusta tener el control sobre las personas y los recursos • Buscan estar atractivas para el sexo opuesto |
Si bien tienen familia a su cargo, ellas son el propio objetivo de consumo, cuidan su apariencia física, viven ocupadas y no se sienten limitadas por su género. En cuanto a su psicografía, son cosmopolitas, les gusta sobresalir y llamar la atención, destinan un buen porcentaje de sus ingresos a la compra de productos de higiene personal y cosméticos (significativamente por arriba de la media de mujeres de 25 a 54 años), están dispuestas a someterse a tratamientos y cirugías para mejorar su apariencia, son perfeccionistas, se interesan por las artes y buscan avanzar profesionalmente.
En materia de salud, reportan preferir las versiones diet y light de los alimentos y bebidas, cuidan su dieta, buscan lucir más jóvenes y practican algún deporte al menos una vez por semana. En general, son mujeres satisfechas con su vida, aunque llegan a tener sus matices. Están acostumbradas al éxito, a sentirse satisfechas y a mantenerse automotivadas. Y agrega que esta condición alfa para las mujeres que están inmersas en el ámbito corporativo, les dará cada vez más elementos para escalar posiciones. Lo ideal es que, también, las condiciones sean de mayor equidad.
Redacción Mujer de Negocios
