No sé ustedes pero yo cuando estoy deprimida me da hambre, cuando estoy contenta me da hambre, cuando estoy nerviosa me da hambre, cuando tengo miedo, estrés, en general pareciera que el hambre va de la mano con mis emociones y lo he hablado también con mis amistades y con las personas que están a mi alrededor, eso me ha llevado a darme cuenta que todas las emociones que yo siento, siempre las redirijo a la sensación de hambre, si analizo un poquito más desde que era pequeña, las fiestas o los duelos, siempre las acariciaba con comida y eso es lo que sigo replicando todos los días en mis 24 horas que tengo, basado en eso me he dado cuenta también, que toda mi vida he vivido a dieta y aquí es donde les quiero platicar a todos ustedes sobre mi relación directa con la comida, con mis emociones y con el permanecer a dieta siempre, una palabra que mucha gente dice, “no la utilices, sino di, cambio mis hábitos” pero realmente si me he dado cuenta que si mejoro mis hábitos, al igual que como logro mantener una dieta es por un tiempo determinado, casi siempre supervisado por una nutricionista o apoyada por las redes o a través de consejos, a veces veo resultados, en otras solo obtengo frustración y no logro mejorar mi relación directa con mí alimentación y mis emociones; cuando yo empecé analizar esos factores que estaban relacionados en mi diario vivir con mi frustración, descubro que la dieta no tenía que ser con la comida, sino con mis emociones, muchas veces que he intentado bajar de peso y lo he logrado, es cuando tengo una motivación, muchos de nosotros lo hacemos si viene una fiesta, si quiero utilizar un vestido, si quiero cambiar en algún aspecto, mi aspecto físico y no emocional.
Vicky Flores – #MujerdeNegocios #MujerIntensa
Una de las cosas que descubrí al vivir a dieta es que puedo empezar cualquier día no es necesario que empieces el lunes o qué empieces cuando inicia el mes o que empieces motivada o motivado por alguna actividad que tengas pronto, una cosa importante es empezar un cambio de tu alimentación o restricción en algunas cosas que uno tiene como gustos pero que también se vuelven hábitos como en mi caso el azúcar, los dulces, los postres, los chocolates y los carbohidratos, esa relación que tengo con esos alimentos lo analizo siempre y digo que puedo complacer, como puedo cambiar ese hábito que tengo desde pequeña para poder premiarme.
Hay que enumerar en 4 pasos el poder llevar una vida adieta:
1) Primero, es aceptar que toda la vida hemos tenido una relación distorsionada entre nuestro cuerpo, nuestra alimentación y nuestras emociones.
2) Aceptar nuestro cuerpo y darle todas las herramientas para que se mantenga saludable y lo mejor posible.
3) Salud emocional, cuando estoy haciendo ejercicio, cuando estoy feliz o en alguna actividad, casi siempre busco comer más sano y poder dormir mejor también eso ha cambiado completamente la visión de lo que ingiero en el día.
4) Saber que una de las cosas más importantes de la alimentación es mantener un cuerpo sano y de una manera integral que le de salud a nuestro cuerpo, espíritu y mente.
Concluyo diciéndoles que si puedo pensar en la palabra dieta como algo que me ha acompañado toda la vida, tanto como respirar y alimentarme, pienso en que me mantengo a dieta de las cosas negativas de atacar mi cuerpo, de las personas negativas y de todo lo que pueda generar algo que me cause daño en la forma integral positiva en la que quiero vivir actualmente con mi cuerpo y mi salud. Permitirnos el vivir y disfrutar de todas las cosas que tenemos a nuestro entorno sin caer en excesos y poder buscar lo mejor para nuestro cuerpo, la felicidad y satisfacción de buscar un equilibrio en sentir placer tanto en el cuerpo y en el espíritu, en nuestra relación con la comida.
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