La trata de personas se ha convertido en unos de los negocios más prósperos para el crimen organizado, ya sea una joven atrapada en un burdel, una mujer esclavizada como trabajadora doméstica o bien un joven que tiene que venderse en la calle o bien ser víctima para hacer trabajos forzosos, todos ellos convertidos en esclavos modernos porque están privados de escoger la vida que ellos quieren seguir.
En los diferentes operativos policiacos se escucha que han capturado a decenas de personas que tenían privada de libertad, a una joven quien era obligada a prostituirse, sin embargo, la mayoría de la población escucha de este flagelo como cuando escucha correr el agua, no le ponen la importancia que se merece para evitar que siga sucediendo esta actividad que viola totalmente los derechos humanos de los afectados.
Los traficantes de personas han utilizado a Guatemala como una ruta para llegar a los Estados Unidos, donde son comercializadas las personas afectadas, quienes son obligadas a prostituirse por medio del engaño o el temor a ser agredidas, cuando bien las va porque en muchos casos son asesinadas sin compasión, sino cumplen con los requerimientos de los líderes de estos grupos pervertidos organizados.
Los afectados son involucrados en fiestas privadas, donde los invitados pueden hacer lo que se les de la gana, con las jovencitas, que no tienen más que agachar la cabeza, porque sino puede ser que es la última fiesta a la que asistirán. Para mantener su silencio y su obediencia son drogadas, lo cual facilita su pasividad, porque, en el afán de saciar su ansiedad, se mantienen en la actividad que les provee los narcóticos que les da tranquilidad.
La lucha contra la esclavitud moderna es tema que esta en la agenda de los Estados Unidos, que trata de evitar la inmigración al país del norte, por lo que en las últimas semanas la Oficina de Seguridad Nacional, ha anunciado que las leyes migratorias serán más duras, con el fin de persuadir a los que viajan ilegalmente de llegar a tierras del Tío Sam.
Por eso es que los gobiernos de Honduras, El Salvador, Guatemala y México deben unir esfuerzos, para combatir estas bandas organizadas, que se encargan de proveer de esclavos modernos, a los emporios sexuales en los Estados Unidos, donde son comercializadas como damas de compañía.
Pluma invitada: Marco Trejo
