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La nueva tendencia de vida

Por Redacción
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La crisis económica, el estrés de las grandes ciudades y la necesidad de aprovechar cada momento de nuestra vida, ha propiciado una nueva tendencia social con patrones de consumo muy distintos a los acostumbrados. Sus integrantes son llamadas potencialistas, inclinan la balanza en torno a la experiencia, no a la pertenencia para convertirse en seres humanos íntegros y plenos.

¿Alguna vez has cuestionado el sentido que tiene tu vida? Trabajas en una gran empresa, posees éxito profesional, has conformado una familia tradicionalmente funcional… pero, ¿sientes que algo te falta? Buscas dentro de ti, y descubres que eres capaz de realizar actividades que jamás hubieras pensado. Si las llevas a cabo, de ahora en adelante pide que te llamen “Potencialista”. Este término alude a aquellos que están cambiando sus patrones de conducta y siguen una nueva línea como consumidores; son individuos que desean sentirse plenos en los aspectos personal, laboral y familiar.

RADIOGRAFÍA DE UNA POTENCIALISTA

  • Son personas que tienen personalidad y un estilo de vida independiente.
  • Viven en las grandes ciudades.
  • Hiperactivas, emprendedoras y líderes dentro de sus comunidades.
  • Gustan de viajar y aprender de otras culturas.
  • Usuarias de la tecnología.
  • Toman retos.
  • Se alejan del conformismo.
  • Buscan enriquecerse espiritualmente.
  • Tienen mayor conciencia acerca de lo que necesitan para sentirse satisfechas.
  • Revalúan su vida y hacen cambios.
  • Buscan un sano equilibrio

LA NUEVA OLA EN ACCIÓN

Se considera una potencialista, y desde su experiencia apunta que si bien existen situaciones particulares que las inducen a la transición, como la pérdida de un ser querido, de la pareja o el empleo, la mujer potencialista tiene un perfil determinante para que suceda. Son emprendedoras, toman retos y realmente quiere hacer un cambio de forma constante.   Ese querer más, ser hiperactivo y no conformarte con lo que tienes, te lleva a sacar el máximo potencial que como individuo posees para continuar desarrollándote. Si no tienes parte de estas características, posiblemente te quedarás en tu forma de vida tradicional.

Las potencialistas llevan un estilo de vida independiente, son líderes y tienen mayor conciencia, revalúan su entorno de una forma más dinámica, constantemente se cuestionan ¿por qué me pasó lo que me pasó?, ¿qué debo de hacer ahora? El 54 % de las mujeres dijo que les gustaría pasar más tiempo con su familia, dato relevante al ser un factor que conlleva, algunas veces, a liberar el potencial. El querer pasar más tiempo en familia y hacer frente a los nuevos retos como el tener tu propia compañía, se traduce en que las mujeres siguen pensando en cómo seguir creciendo.

Las potencialistas descubren que no sólo pueden ser exitosas en una actividad, también pueden hacer muchas cosas y tener prácticamente “vidas paralelas». Es un cambio de mentalidad que te lleva a revalorar las cosas, a hacerlas con más conciencia. Las mujeres se han tenido que enfrentar a espacios más demandantes, y cuando alcanzan el posicionamiento, se replantean la asignación del éxito.

NUEVOS PATRONES DE CONSUMO

También el concepto de “lujo” ha tomado un sentido distinto, pues las potencialistas buscan vivencias profundas que las ayuden a transformarse y a reconocer quiénes son. Por ejemplo, decidir qué hacer con mi tiempo, llevar a los hijos al colegio, elegir una actividad remunerable que me permita realizar cosas y me satisfagan personalmente, eso es el nuevo lujo. Los valores cambian, se vuelven más humanos.  La expansión de esta tendencia ha dado pie a la creación de nuevos productos y servicios, los cuales deben satisfacer en más de un sentido al cliente.

Por ejemplo, las salas de cine donde es posible comer o los teléfonos inteligentes,  que simplifican las tareas cotidianas, por supuesto los sitios dedicados a la enseñanza de disciplinas como la enología, cocina o la práctica de deportes extremos. Inclusive, la relación con el dinero se modifica. En los ochentas y noventas veíamos una búsqueda de status muy vertical.  El valor del dinero se dará́ en función de cómo éste les permitirá́ experimentar desde todos los planos.

  • 42% de las mujeres están determinadas a vivir su vida al máximo
  • 52% están revalorando lo que es importante en su vida
  • 32% le dan prioridad a la vida familiar sobre la laboral
  • 67% son más optimistas acerca del futuro, característica de los potencialistas

La tecnología, la cultura y la sociedad ha generado los cambios.  Tenemos consumidores más conscientes y exigentes.   La aspiración ya no se centra en adquirir el auto más costoso, viajar con todas las comodidades, ni pertenecer a los clubes exclusivos. Las compradoras necesitan “probar” un poco de lo que obtendrán para cerciorarse que  aquello cubrirá́ sus expectativas, incluso las espirituales. Hacerse de un objeto porque está en boga, queda fuera de sus prioridades, así́ como el qué dirán. En esta lógica, las empresas deben enfocarse  a un  ser humano integral, tomar en cuenta el aspecto físico, intelectual, emocional y social de los futuros clientes. El producto Premium ya no sólo es valioso por sí mismo, sino por el enriquecimiento intangible que brinda y los desafíos intelectual y físico que representen.

Las potencialistas piensan más antes de realizar una compra, pues requieren sentirse identificados, no sólo con el producto, sino con quien lo ofrece. Así, las empresas necesitan generar una empatía con el sistema, propiciar ambientes laborales que coadyuven a la creación de un círculo virtuoso con el cliente. En este sentido, el término confianza es importante porque hará que tus empleados puedan también tomar decisiones y ser independientes para seguir creciendo. Tener una actitud optimista, atreverse al cambio y dejar que la gente también sugiera y muestre liderazgo.

LIBERAR EL POTENCIAL, ¿CUESTA?

El elevar la calidad de vida, no debe ser sinónimo de aumentar los gastos ni de desear una mejora económica como primer objetivo. Sino de poner a trabajar la creatividad. Aunque tus posibilidades sean limitadas puedes utilizar otros recursos como Internet. Este concepto va más allá de las posibilidades del dinero. Es buscar satisfacer los deseos.   Ahora las mujeres están posicionadas dentro de las compañías, no dejan de ser esposas, quizá́ retrasaron la idea de los hijos, pero de igual forma buscan flexibilidad en sus trabajos.

Lo que es más un cambio de mentalidad que de situación económica.  Analizar el entorno, tomar conciencia de nuestras posibilidades y emprender acciones realistas, harán que los deseos se materialicen sin entrar en la frustración o en un proceso de búsqueda interminable. El punto es no seguir queriendo y deseando más y más algo que sea imposible de alcanzar, sino dentro de tus posibilidades. Entender cómo puedes sacar más provecho a lo que hoy tú representas como ser humano, acumular experiencias, seguir contribuyendo, seguir aportando pero no en el sentido ambicioso.

Al final del día yo no puedo aspirar a ser la  mejor bailarina si no tengo el potencial para lograrlo, pero puedo definir dónde están mis límites. Así que no te sorprendas si de pronto tu compañera llega a la oficina en patines, cancela su membresía al club del cual son socias y cambia las salidas nocturnas de fin de semana por clases de buceo. Ella se estará́ convirtiendo en una potencialista, y quizá́ muy pronto también tú lo seas. El potencialismo se contagia, cuando ves y te rodeas de gente que de alguna manera está desarrollándose, reinventándose, descubriendo cosas, hay un contagio inminente y dices “yo también puedo” y tengo todo para hacerlo. Rodearse de gente que tiene una actitud así́, es un gran motivador.

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