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Hijos… ¿cuándo?

Por Redacción
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Los cambios sociales y el éxito profesional que las mujeres han alcanzado, las llevan a posponer o eliminar de sus prioridades la maternidad. Lo ideal sería lograr un equilibrio integral entre ambas etapas.“Tu abuelita se casó a los dieciséis años, no había cumplido los diecisiete y ya era mamá”, me cuenta mi padre. Mi madre a los 23 años ya tenía dos hijos, y ¿yo?… tengo 28 y ¡ni novio tengo!. En los últimos años, el papel de la mujer ha cambiado significativamente. A mediados del siglo pasado, la mujer contraía matrimonio antes de alcanzar la mayoría de edad, no estudiaba una carrera y casi no trabajaba. En los años sesenta, el promedio de hijos por mujer era de siete.

Actualmente, la mujer guatemalteca se casa en promedio a los 25.3 años (1), incrementando así la edad para tener a su primer hijo; estudiamos, trabajamos y nos desenvolvemos en los campos político, económico y social. El promedio de hijos por mujer, hoy en día, es de 2.1 (2).

Sin duda alguna, contamos con muchas más oportunidades de las que tuvieron nuestras abuelas o mamás pero también tenemos el gran riesgo de caer en un desequilibrio de vida que nos lleve a olvidarnos de nuestro papel insustituible como madres. Quiero tener hijos, ¿cuántos? ¿cuándo? … pero también quiero realizarme profesionalmente ¿cómo le hago?.

Un estudio del Departamento de Sociología en la London School of Economics, demuestra que en la actualidad 30% de las mujeres se inclina por desarrollar una carrera profesional; otro 20% prefiere dedicarse por completo al cuidado de sus hijos, y el 50% restante deseamos compatibilizar la atención a la familia con un empleo remunerado. Sin embargo, una gran realidad es que “los mejores años como mujeres en el trabajo coinciden con los mejores años para ser madres”. Expertos han encontrado que la fertilidad de la mujer empieza a declinar a los 27 años y que la década ideal para tener a nuestro primer hijo es de los 25 a los 35 años.

¿Qué está sucediendo?
Que la maternidad ha sido pospuesta. Cada día vemos a más mujeres que no pueden embarazarse, que recurren a técnicas de reproducción humana asistida para concebir y otras que llegan a sus cuarenta años sin haber sido madres. De igual modo, la dinámica social es distinta. Por ejemplo, en la sociedad americana encontramos las autodenominadas “parejas DINK: double income, no kids (doble ingreso, sin hijos)”; y por el otro lado, tenemos a mujeres CEO de empresas multinacionales que han declarado después de tener éxito económico y profesional: “me ha faltado la dicha de ser madre, ahora, ya es demasiado tarde”.

Como mujer, considero muy importante el planear estos años y valorar nuestro papel de madres y ejecutivas. Básicamente, reflexionar en cómo te gustaría verte dentro de diez o quince años y responder a qué quieres hacer de tu vida. Esto es relevante ya que al coincidir ese tiempo como madre y profesionista, será necesario optar por alguno de ellos, si no totalmente, por lo menos de forma parcial.

En lo personal, la satisfacción que he vivido con mis hijos ha sido mucho mayor que mis logros o éxitos profesionales.

Nos dice Janne Haaland Matlary, catedrática de la Universidad de Oslo, en su libro El tiempo de las mujeres, notas para un nuevo feminismo: “Hay que encontrar la manera de compaginarlo todo, pero en caso de conflictos, tendremos que recordar que la prioridad básica son nuestros hijos pequeños.

Tengo que saber con certeza cuándo me estoy desviando de mis prioridades y cuándo las estoy siguiendo; ya que si no tenemos establecidas nuestras prioridades siempre nos sentiremos inseguras”.

“la capacidad y la disponibilidad de las mujeres para la participación en los ámbitos del trabajo profesional y de la política están en relación directa con la satisfacción de sus necesidades en el ámbito familiar”. En la vida hay tiempo para todo, podemos trabajar muchos años pero tener hijos y verlos crecer es algo que dura muy poco. Los hijos son el mayor regalo que recibimos las mujeres, no lo rechacemos. Y tú, ¿Qué opinas?

Por Lucía Legarreta

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