Home Conócete - Autoestima EL DUELO COMO TRAMPOLÍN

EL DUELO COMO TRAMPOLÍN

Por Redacción
0 Comentario

TODO TRABAJO EMOCIONAL COMIENZA con una aceptación. De ahí partes a trabajar un duelo, una circunstancia o una pérdida y acabarás aceptando lo ocurrido y creciendo con ello. Pero para volverte fuerte y resiliente, tienes que aceptar que algo pasó y ya pasó.

Resiliencia es la capacidad de sobreponernos a la adversidad, alguien resiliente es quien sale fortalecido de un embate. Quien resiste el golpe y se crece con él. Nos construye en una mejor versión de nosotros mismos. Lo que comemos, lo que hacemos, lo que pensamos, se vuelve materia prima para volvernos más fuertes, para enfrentar la crisis (situación crítica) y terminar con la incertidumbre.

Aquí es donde entra el duelo, debemos de aceptar la vida como es para no estarnos peleando con la realidad. Las cosas pasan como tienen que pasar y no como quisiéramos que pasaran. Aceptar que la enfermedad, los problemas, las desgracias y, claro, la muerte son parte de la vida, nos saca de la victimización y nos pone al volante de nuestra vida. Con absoluta responsabilidad enfrento la vida sabiendo que nada de lo que pasa es personal, las experiencias están ahí si quiero tomarlas así, para crecer, para subir un escalón y ayudar a subir a quien viene detrás mío.

Hoy en día los seres humanos damos prueba de resiliencia todo el tiempo. Ayudando a la pareja si se queda sin trabajo, animando a los hijos a enfrentar los contratiempos de la vida y las rupturas amorosas, aconsejando a las amigas para que se mantengan positivas y acompañando a nuestros padres a enfrentar las duras pruebas que les pone la vejez. En Japón por ejemplo, a los floreros que se rompen no los tiran a la basura por el contrario, rellenan las grietas con oro para darle un nuevo valor y convertirlo en algo aún más valioso. Así mismo nuestras heridas cuentan una historia y sus cicatrices son nuestras insignias de batalla que demuestran que hemos salido victoriosas y que seguimos estando atentas para nuestra principal misión en la vida: amar.

Es un gusto compartir la vida con personas resilientes, que le dicen sí a la vida bajo cualquier circunstancia y que buscan siempre herramientas para crecer y ser su mejor versión. Todos y cada uno de nosotros tenemos grandes dones que podemos poner al servicio de nuestra comunidad, país y familia. Solo que no debemos permitir que el dolor de la pérdida o la ausencia nos aplaste y nos impida mostrar nuestra luz. No se muevan en la sombra, pónganse de pie y denle una respuesta a la vida ya que ello es sin duda, la mejor manera de rendir homenaje a quienes nos han amado.

ESCUELA DE RESILIENCIA

HAY VARIOS FACTORES IMPORTANTES a la hora de definir si una persona es resiliente que no pueden cambiarse, entre ellas la genética, experiencias tempranas y hasta la suerte.

Lo que sí es que hay habilidades que nos ayudan a ser más resilientes que sí pueden desarrollarse.

Aun si eres una persona con suerte y buena genética en cuanto a resiliencia se refiere, pasar por un periodo de dolor y desilusión no es fácil. Pero existen cada vez más estudios de lo que hace la gente resiliente a la hora de perder la chamba, la muerte de un ser querido o sufrir una enfermedad, y estos pueden ayudar a otras personas a superar ese tipo de eventos.

Estas estrategias te pueden ayudar…

  1. Reconoce que tu problema es válido, sin importar que tan grande o chico parezca, no porque no hayas estado en la Segunda Guerra Mundial no tienes derecho a sufrir
  2. Piensa en situaciones en las que ya has sido resiliente y recuerda cómo saliste de esa
  3. No esperes a que lo que te aflige se resuelva solito, mejor piensa en alternativas para superar lo que estás viviendo
  4. Conoce tus fortalezas y úsalas a tu favor, no van a ser las mismas del otro, entonces no te compares
  5. Analiza la situación y determina si realmente puedes cambiarla, si no, deja de intentarlo
  6. No trates de hacerlo solo, en la adversidad siempre es mejor tener a alguien de tu lado
  7. Pero no te sientas obligado a contarle a todo mundo. Seguro tienes dos o tres personas que saben tooodo de tu vida, apóyate en ellas
  8. Date un break. ¿Qué te encanta hacer? ¿Cocinar, correr, pintar? Cuando algo te esté molestando, dedícate a eso, quizá solo te relajes o en una de esas te viene la solución que tanto esperabas justo por no estarla buscando.
  9. Ten compasión contigo mismo, no te exijas lograr en dos días algo que nunca has hecho, y verás que cada vez eres más resiliente

publicidad

You may also like

Deje un comentario