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Por Redacción
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“Navidad… Paz y Buena Voluntad, en una era de consumo”Navidad, es en realidad la mejor de las épocas para los buenos deseos de paz y prosperidad para nuestros semejantes y nos lo recuerdan muy bien los medios de comunicación que están en todos lados como la radio, prensa y televisión, que con esa intención, ese ímpetu no debería de perderse nunca, pues es un bien común, un principio justo para las buenas comunidades que se llenan de esperanza, hasta que esos mensajes vienen acompañados de marcas patrocinadoras y es ahí, cuando nos damos cuenta que ésta época simplemente es el buen escenario para el anuncio de la existencia de marcas y productos que están firmados de calidad por un simple logo de una marca conocida y ya es sabido que eso lo acompaña un precio de oro y que podríamos comprar varios pares de lo mismo o mejor a un costo razonable, ante la pompa que trae la bulla de un abrupto consumismo.

Así es mis queridos lectores, pero esta terrible realidad, no puede vencer nuestro verdadero ímpetu de poder desearles a todos ustedes y familias una rica y abundante bendición, en medio de este maremágnum consumista que nos marca la distancia de un buen deseo de paz y prosperidad, a todos los hombres de muy buena voluntad.  Siempre agradecidos por ser parte de nosotros y llegar a todas nuestras opciones digitales y  radiales de Mujer de Negocios.  Gracias a ustedes por sentir nuestro crecimiento e interés por coadyuvar al desarrollo y potencial de la Mujer en el mundo.

El tráfico vehicular inmisericorde, nos pone en el modo de reflexión, sobre esta acción profunda y maravillosa de la existencia humana, al contemplar la acción de un sencillo nacimiento, para darle sentido a nuestra propia vida, que desprendería la actitud de Amor, de renuevo, de esperanza, paz y reconciliación con uno mismo, con el semejante y con la naturaleza.  Uno va manejando y esquivando la terrible jungla de vendedores ambulantes, con prendas baratas y con marcas reconocidas y viene de inmediato que se está pasando precisamente, en esos momentos por el sector del mercado negro, que nos empieza a recordar los regalos para nuestra gente.  Se enciende la radio, para seguir viendo a la gente que se resguarda del frío y un anuncio necio de campanas, resuena que es tiempo de pintar la  casa, cambiar la lámpara, lavadora, estufa, refrigeradora.

De inmediato se empieza a soñar con el querer, con el comprar en ésta época de buenos deseos, de precios y de números, que nunca alcanza con lo que se tiene.  La lista empieza a ser interminable.  Las calles y avenidas cercanas a los centros comerciales atosigados de gente, con la emoción de que las cosas están a precio de quemazón, que dan ganas de bajar y ser parte de la marabunta.  El cansancio se empieza a notar y la familia con una extraña felicidad, empiezan a conversar, sobre un legajo de recortes, ofertas y artículos que ni siquiera habían pasado por la mente ingenua de los padres… Después del cariñoso saludo, se pasa de inmediato por el objetivo de conquista.  Por lo regular, empieza el más pequeño de la familia para hacer la primera de sus peticiones, él sabe la marca, color, medida, estilo y precio de los zapatos deportivos que quiere.  Y todos se dan cuenta que tienen un legajo de recortes de sus propios regalos, hasta que llega el momento de la esposa, que empieza con la pintada de la casa y que nuestro tiempo de vacaciones, ya tiene sus nuevas tareas.  Sin darnos cuenta, nos encontramos sumergidos en ese basto océano del consumismo y sin poder decir nada, la multitud nos lleva a empujones, cargando un montón de bolsas de compras y con el cuidado de que no se vaya a quebrar, la nueva lámpara que en un momento pasó por nuestras mentes y es cuando un vendedor nos ofrece unos guantes con marca de Tony Cal y Pike a dos por cinco y que todos llevan, pues el frío ya se empieza a sentir.  En lo que si estamos claros amigos lectores, es en desearles una verdadera paz y prosperidad en su propia salud, para que su vida siempre esté con todos sus seres queridos.    Hasta la próxima oportunidad amables lectores.

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