El proceso de madurez en las mujeres se vive a partir de las experiencias que se generan en cada edad, de la manera en que se experimentan, enfrentan, aceptan, para acercarse cada vez más a ser la mejor versión de sí mismas.Las mujeres a las 20 años están construyendo su identidad aún, se relacionan con los demás de una manera más ligera, están enamoradas del concepto del amor, relacionándose algunas veces de manera inestable otras con mucha pasión, otras esperando en cada amor que sea el príncipe azul del cuento.
Son estas experiencias a través del noviazgo y las relaciones que se viven en esta década, que nos dan la madurez para saber elegir a la persona que nos invite cada día ser mejores.
Una buena relación amorosa está basada en el respeto a la dignidad, en la construcción de relaciones sanas, duraderas, que nutren nuestra alma, que serán la plataforma y cimientos para un buen matrimonio.
De igual forma están viviendo la maravillosa vivencia de la universidad, los sueños para experimentar lo aprendido en el mundo de los negociosos, es decir su próxima realización profesional.
En cuanto a la década de los 30`s, empiezan a pensar en una relación estable, matrimonio, familia, ya han experimentado su soltería y libertad de elección de carrera, vivir su profesión en realización, viajar, conocer personas y ahora empieza ese gusto por la estabilidad que produce tener una familia, sin dejar su profesión, quizá solo postergarla en lo que llegan, se forma y disfruta a los hijos en sus primeros años, su seguridad es más evidente, su vida social como parejas se vuelve más activa, se disfruta mucho compartiendo con otras parejas.
Las mujeres que prefieren no casarse, están en su mejor etapa de productividad laboral, logran los objetivos deseados, viajan, se siguen capacitando y formando en pro de sus sueños. Realizando cada día sus metas y objetivos
En la década de los 40`s hay una madurez y experiencia de vida que nos permite verla de manera más relajada, siguen cultivando éxitos laborales con una mayor sensatez, económicamente están cada vez más seguras y estables.
Como parejas viven una relación plena, ya que está mas consolidada, sin embargo es también la etapa donde surgen las separaciones y divorcios.
Como madres viven una etapa maravillosa de acompañamiento a los hijos en la construcción de su propia identidad, en algunos casos empieza ya la adolescencia y se preparan para poder enfrentarla de mejor manera, es una etapa de aprendizaje en diferentes temas empezando por la educación de los hijos, o como mejorar la relación con la pareja, y realizar mejor el trabajo, en fin, es una etapa búsqueda de conocimiento y confirmación de lo aprendido.
Si surgió un divorcio o separación es justo esta etapa en que el conocimiento que se está adquiriendo tanto de lo vivido y lo experimentado ayudará a reinventarnos, a resignificar nuestra vida y encontrar la plenitud desde nuestro autoconocimiento, autovaloración y autorealización.
En la década de los 50`s se empieza a encontrar la paz, la plenitud en la vida con un matrimonio totalmente consolidado, compartiendo con los hijos su experiencia de ser padres, permitiendo vivir el privilegio de ser abuelos una forma de amar totalmente nueva, laboralmente en una mejor posición y economía.
Tanto en los 40`s como los 50`s se está mas pendientes de los padres, de su cuidado y convivir con ellos lo más posible para poder disfrutarlos plenamente hasta sus últimos días.
Cada etapa tiene su magia, su aprendizaje, saberlo vivir con dignidad nos llevará a nuestra auto trascendencia y legado de vida de forma coherente desde una identidad auténtica, sin máscaras, sin necesidad de aprobación del otro, con compasión, humildad, agradecimiento, en plena seguridad del uso responsable de nuestra libertad, asumiendo todas las consecuencias de ésta.
Colaboración de: Melba Pazos de Gurrola, Coaching Existencial, Psicoterapeuta, Conferenciaste Internacional – Autora del libro “Despierta, Atrévete y Transfórmate” – Audio libros: “Comunica, Impacta y Trasciende” y “Liderazgo con Sentido de vida”
