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Cambios en la comunicación, ¿de qué hemos sido testigos?

Por Redacción
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Generaciones que nacieron más o menos antes de 1985 hemos presenciado avances tecnológicos a velocidades vertiginosas. Los elementos de la comunicación se sofistican más con estos avances (el emisor, contexto, canal, referencia, mensaje, receptor, interferencias, codificación, retroalimentación).

Me pregunto si estas diferentes maneras de comunicar han ayudado a las relaciones entre las personas o, es que irónicamente, a nivel interpersonal los problemas de comunicación siguen siendo los mismos. Las herramientas de comunicación han aumentado y para estas generaciones pre milenarias (llámese Generación X para atrás) han habido muchos cambios.

Difusión y búsqueda de Información

Durante nuestras primeras dos o casi tres décadas de vida, encontrar información de cualquier tipo, tenía que ver con documentos tangibles. Mayormente se hojeaban libros, revistas, periódicos, enciclopedias. Los eventos frescos eran difundidos por los noticieros y los periódicos, aunque se requería de paciencia para encontrar documentación impresa más profunda. La información actualmente se encuentra con la profundidad que se requiere con tener acceso a internet. Lo complicado no es encontrarla, sino desmenuzarla y encontrar fuentes verdaderas. Esto, sin perderse en distracciones (un amigo dice que tenemos toda la información del mundo a nuestra disposición y mejor vemos videos de gatitos).

El acceso de información es tal, que a veces se invade la intimidad de los usuarios, cuestionándose hasta qué punto se desea ser visto, encontrado o escudriñado. Y es que las distintas percepciones de la propia intimidad por persona hace que se puedan pisar las fronteras de lo que la gente quiere o no quiere exponer en redes en torno a su propia vida. Nos encontramos en el punto donde no hay retorno y, a menos que seamos algún político o narco en fuga, siempre seremos localizables, sea esto aprovechado o no para nuestro propio beneficio.

El comportamiento de las personas puede ser evaluado masivamente tan inmediato como el momento en que sucede con una cámara en mano. Se publican los hechos a la sociedad, (aunque a veces desde un punto de vista parcial) y es la sociedad quien juzga y decide la permanencia de la discusión y el tiempo de vida de los hechos en los medios. También el suceso se puede olvidar en el mismo momento de su publicación. Las redes, que son masivas, deciden.

Escribir

Si alguien vivía lejos, se estilaba escribir cartas por medio del correo postal porque las llamadas telefónicas de larga distancia eran caras e implicaban empatar tiempos entre los llamantes. Los sobres no eran llamativos para que el cartero tuviera curiosidad en revisar sus contenidos y así llegara al destino final. Actualmente se sigue escribiendo, por múltiples medios, con la diferencia de que los mensajes enviados llegan tan instantáneamente como cada persona lo desee por la diversidad de herramientas.

Hablar

Reservar tiempo para conversar frente a frente con alguien y tocar un tema de importancia era necesario. Podía ser telefónicamente, pero por lo general, el teléfono fijo en una casa era un servicio restringido por los padres, tenía mucha demanda y como lo escribí anteriormente, además era caro. Se tenía también la restricción de tiempo por lo que a veces se necesitaban más sesiones que permitían a los interlocutores reflexionar entre una y otra, teniendo mente fresca para la siguiente. La paciencia siempre acompañaba. Hoy en día se conversa con mensajes inmediatos e impulsivos. Hay más osadía escribiendo sin tener presente a la contraparte, que conversar persona a persona.

Existían también, las llamadas telefónicas anónimas, esto es, desconocimiento del número del cual se comunicaban. Se marcaba a la casa de la persona interesada para escucharla contestar (inclusive había gente que le gustaba respirar en la bocina), para después colgar. Esto se sustituye con perfiles de nombres falsos en redes sociales enviando mensajes o haciendo preguntas tipo chismógrafo con aplicaciones. Esto a veces es llamado bullying cibernético y no es muy bien visto por los usuarios.

En Redes Sociales

Amistades que por razones ajenas se dejaban de frecuentar, con el tiempo solían perderse porque (como lo mencioné anteriormente), las personas no eran localizables con facilidad. Las reuniones entre amigos de la infancia, de la oficina, de la familia, de la escuela, solían ser eventos esporádicos porque implicaba mucho esfuerzo encontrar a los miembros de un grupo. Ahora, con las redes sociales, los grupos de amigos se encuentran en continuo contacto. Se mandan mensajes durante el día, con la frecuencia proporcional a la confianza de los miembros. Cuando hay poca, se escribe cuando es necesario. Cuando hay mucha confianza: se comienza deseando buen día, compartiendo chistes, informando noticias,, a veces peleando entre sí, felicitándose, organizando juntarse y terminando el día deseando una noche feliz. Las reuniones y los reencuentros se convierten en eventos comunes entre los miembros, por lo que es fácil tener una agenda llena de  re re re reencuentros.

Las redes sociales y los teléfonos inteligentes son una excelente combinación para realizar múltiples tareas que hacen eficiente la cotidianidad. Como todo, tiene algo negativo: se ocupa inconscientemente más tiempo del planeado en redes, suelen transmitirse rumores o chismes, se divulgan noticias falsas, se genera pánico, se afecta la dignidad de las personas, se transmite mucha basura tipo spam que satura la memoria de los dispositivos. Y también tiene aspectos muy positivos: se forman grupos de ayuda entre personas agilizando procesos que se resuelven en la mitad del tiempo porque se concentra experiencia y trabajo en equipo, se evalúan y recomiendan servicios, productos, y personas. Ejemplos: donaciones, búsqueda de personas, autos robados, zonas inseguras, buenos doctores, consejos de ahorros, y otros temas más diluidos.

Comunicación no verbal

Las fotografías que tomaban eran estudiadas para no desperdiciar los rollos fotográficos. Prohibido revelar fotografías que pudieran ser ofensivas visualmente para el personal que trabajaba en la reveladora. Con cada rollo fotográfico se tomaba un promedio de 36 fotos y (regresando a la paciencia) para tener unas fotos reveladas había que esperar algo así como una semana. Hoy en día vemos la foto en el momento justo de haber sido tomada, y el límite de retratos depende de la memoria del dispositivo. Hay tal individualidad en el tema, que cada quien se toma foto a sí mismo y sin considerarlo necesariamente como un acto ególatra.

Reflexión

Los límites para comunicarnos no existen y la tecnología no para. Seguramente conforme estoy escribiendo estas líneas, se aumentarían temas para comentar y habrá maravillas de herramientas que tenemos al alcance de nuestra existencia. Como todas las herramientas los distintos dispositivos para comunicarnos se pueden aprovechar o pueden dañarnos. Es una revolución que a muchos revuelca y a otros apoya. Está en uno decidir qué camino tomar. Escojamos sabiamente.

Escrito por: Keiko Sashida Aranda

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