Esta es una pregunta que muchos de nosotros nos hemos hecho.
¿Será que tener un coach es algo que me conviene en algún nivel de mi existencia? Resulta que esto, mis queridas lectoras, es algo que vale la pena considerar.
El tener un coach no es algo de moda. No es algo que deba tener porque la gente famosa lo tiene. Es algo que me conviene personalmente en múltiples niveles. Y planteo que puede ser efectivamente beneficioso en múltiples niveles porque existen distintos tipos de coaches en la oferta que podemos encontrar en el mercado.
El coaching, según uno de mis maestros en este arte, el Dr. Simon Dolan, PhD., “es el arte de extraer lo mejor de las personas respetando la integridad del espíritu humano. Es a la vez, una capacidad humana innata y una técnica adquirible”. Otros autores nos dicen que es un proceso de entrenamiento personalizado y confidencial llevado a cabo con un asesor especializado o coach, que ayuda al interesado en llenar la brecha entre el estado actual y el estado deseado.
El coaching requiere llevar a cabo una serie de pasos. Entiéndase por esto que el coaching es un proceso. Este proceso lo iremos conociendo poco a poco.
¿Coach?????
He escuchado acerca de los famosos Coaches de vida. Coaches alimenticios. Coaches ontológicos. Coaches tanatológicos. Coaches espirituales. Coaches organizacionales. Coaches deportivos. Coaches gerenciales. Coaches de imagen… En realidad, creo que la palabra Coach se ha usado con tanta libertad que casi cualquiera podría ser un coach. Y no fue casualidad que escribí Coach con mayúscula. Muchos “colegas” coaches ven la profesión como algo que los eleva, que los pone por encima de los mortales. Nada más alejado de la realidad.
Un coach es alguien que está ahí a mi lado. En la sombra. Tras bambalinas. A la orilla del partido, si se quiere. No por que sea algo penoso, sino porque el coach sabe que esa es su posición real en el partido: haciéndonos ver cómo jugamos, cómo nos vemos, qué resultados podríamos alcanzar.
El coaching como tal es definitivamente una tendencia que está enfocada en la superación personal. Esta superación, como mencioné arriba, no tiene que ser solamente en temas laborales. Claro, ahí es el campo en donde florece más fácilmente un proceso de mejora personal, ya que nuestro desempeño es medido y regularmente tiene una consecuencia, sea esta positiva o negativa. Todos sabemos que la superación como persona puede darse en temas muy variados.
Pero esta superación no depende como tal del coach. Claro, un buen coach, con una buena certificación, con una buena experiencia y con una buena metodología nos ayudará a alcanzar más fácilmente mi meta. Pero en realidad este proceso de mejora continua depende de variables más profundas. Una de ellas, muy importante a mi parecer, es la voluntad de mejorar que tiene el propio coachee (quien recibe el coaching). Iremos poco a poco hablando de ellas.
Finalmente, amiga lectora, quiero decirte que personalmente, creo que hay un solo tipo de coach. Aquel que tiene las habilidades y herramientas para ayudar al cliente a mejorar sus resultados. Sea el área que sea. Pero principalmente, mi amiga, principalmente… que quiere apoyarte a mejorar.
Acompáñame en un recorrido para que en próximos artículos platiquemos del Coaching. ¡Y sí, lo escribí mayúscula!
Escrito por: Julio de León
