Moda ecológica en Guatemala, más que una tendencia

Por: Gabriela Solorzano – gabrielasolorzano97@gmail.com – IG: @gabrielasolorzano_ Twitter: @GabrielaSol__

Contrario a lo que se podría saber, la moda ecológica no es una tendencia, ni tampoco un movimiento reciente. De hecho, tiene sus orígenes a fines de los años 80 y principios de los 90, ya que empresas conocidas como Patagonia y ESPRIT incorporaron la “sostenibilidad” a sus negocios.

Ahora bien, en palabras de la Fundación Aquae, la moda sostenible “nace con el objetivo de concienciar al consumidor sobre la posibilidad de producir prendas de vestir y complementos cumpliendo criterios de sostenibilidad ambiental y social. Para que una prenda de ropa sea sostenible debe cumplir una serie de criterios. Todo su proceso de producción debe respetar el medio ambiente y sus materiales deben ser naturales u orgánicos. La moda sostenible debe ser también socialmente responsable, lo que significa que en su cadena de producción se cuidan las condiciones de los trabajadores, evitando la explotación laboral”.

Sin duda alguna, actualmente la industria de la moda es una de las que más dinero genera alrededor del mundo. Aunque, al igual que diversas industrias, puede mejorar en sus prácticas de producción para lograr un menor impacto ambiental.

La Slow Fashion puede verse y utilizarse como una tendencia alternativa frente a la moda rápida. La idea es que entre todos aportemos a la causa adoptando algunas prácticas para que el ciclo de la moda sea más sostenible, siendo estas, por ejemplo:

–Donar, vender o comprar ropa usada.

–Reciclar partes de una prenda para trasformar otra. Por ejemplo, los botones.

–Reciclar parte del material de una prenda que tenga un defecto para hacer bolsas, cobijas, entre otras.

–Reutilizar los tejidos para crear nuevas prendas o accesorios.

Con esto, lo que se pretende, es reducir el consumo desmedido de ropa, disminuyendo así su producción y transportación que son los responsables de las altas emisiones de CO2 en el medioambiente.

Otro punto a favor de la moda ecológica es que está hecha para perdurar, lo que es completamente opuesto a la filosofía de la moda low cost que presenta un estilo de vida basado en el consumo desmesurado y en la idea “de usar y tirar”, lo que supone un importante problema ambiental.

Asimismo, la moda ecológica apoya el uso de la ropa de segunda mano. Reutilizar la ropa que otras personas ya no necesitan, permite ahorrar una gran cantidad recursos naturales. Por su parte, el Upcycling es otra forma de crear moda sostenible ya que se basa en la idea de confeccionar una prenda a partir de otra ya existente, usar restos de las mismas, residuos y otros materiales en desuso para crear un producto que pueda usarse de nuevo.

En la actualidad, en países como Guatemala, poco a poco la perspectiva social y del mercado están cambiando, priorizando la preservación del medio ambiente y apostando por los procesos que minimizan el impacto negativo de las actividades humanas sobre el medio ambiente.