Medir el compromiso sin gestionarlo no es suficiente. Las empresas que apuestan por gestionar el compromiso implantan una cultura de alto rendimiento con un impacto positivo en los resultados del negocio.
Es importante destacar tres fuerzas que afectan a las organizaciones:
– Los cambios demográficos de talento, dificultando su identificación y retención.
– Los cambios en la relación empresa-empleado.
– El cambio de rol del director de RR.HH., que ha pasado de ser un gestor administrativo a un gestor de personas y un generador de experiencia de empleado.
FUTURO DE LA GESTIÓN DEL COMPROMISO
Además, se debe reflexionar sobre el futuro en la gestión del compromiso teniendo en cuenta:
– El compromiso sostenible como una ventaja competitiva.
– El compromiso, entendiéndolo de una forma aislada, ya no es suficiente.
– La tecnología es un factor clave en la medición y gestión del compromiso.
– Maximizando la gestión del compromiso nos dirigimos hacia una transformación cultural de alto rendimiento.
Todo ello implica ese paso hacia delante en los procesos y personal de RR.HH. El compromiso ha evolucionado hacia un modelo sostenible favorece un entorno de trabajo eficiente, productivo y saludable.
¿CUÁLES SON LOS BENEFICIOS?
– Mejora de la innovación.
– Crecimiento de los ingresos y el beneficio.
– Retención de talento.
– Aumento de la productividad, la eficiencia.
– Crece la satisfacción del cliente.