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Lo que tu lenguaje dice de ti

Por Redacción
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¿Cómo puedes usar la palabra con mayor eficacia para avanzar en tu vida profesional? A continuación te presentamos algunas pautas que sin duda te ayudarán a expresarte adecuadamente y a lograr tus propósitos de crecimiento.

Todas la usamos a diario.  Nos permite expresarnos verbalmente y por escrito.  Gracias a ella aprendemos, opinamos, transformamos… ¿De qué estamos hablando? De la palabra, por supuesto.  Sin ella no podríamos llevar a cabo una de las funciones más importantes de la vida: comunicarnos.

Indispensables para hablar bien

  1. Voz: en sí misma, la voz revela muchos detalles personales, como tu nivel de confianza, tus antecedentes, el estado de ánimo en que te encuentras, y hasta tu región o país de procedencia. Una voz bien equilibrada en términos de volumen, tono y velocidad será aquella de cause la mejor impresión y contribuirá a que tu interlocutor se concentre en lo que dices, en lugar de distraerse porque tu forma de hablar le parece agresiva, monótona o poco clara.
  2. Pronunciación: enunciar las palabras correctamente te permite transmitir un mensaje claro. Quienes se comen las letras de las palabras parecen estar balbuceando o por el contrario, quienes exageran su pronunciación hablan de forma acartonada y poco natural.  Cabe mencionar que si tienes un acento regional, no será necesario corregirlo a menos que notes que no se te entiende y por lo tanto necesites esforzarte por suavizarlo un poco.
  3. Vocabulario: contar con un amplio vocabulario es esencial para lograr tus objetivos ya que además de indicar a los demás que eres una persona bien preparada y capaz, te permite expresar con precisión lo que tienes en mente. ¿Cómo puedes pulir y ampliar tu vocabulario? Seguramente ya has oído que la mejor manera de hacerlo es buscando cualquier palabra desconocida en el diccionario.  Sin embargo, no debes conformarte sólo con eso.  Procura incluirla en tus conversaciones para que se te quede bien grabada y llegues a usarla con toda naturalidad.  También puede estudiar las listas de palabras que aparecen en revistas especializadas.

Que tus palabras hablen bien de ti

Una vez que cuentas con las herramientas para que tu habla sea agradable e interesante, presta que tu habla sea agradable e interesante, presta mucha atención a la forma como te expresas.  Si bien es importante que siempre seas auténtica y sincera, no por ello tienes el derecho de ofender o de mostrar falta de respeto.  Por lo tanto, cuando no estés de acuerdo con las opiniones de los demás, puedes disentir mostrando a la vez elegancia si en lugar de decir un tajante “¡Estás mal!” dices “A mí me parece…” o “No estoy de acuerdo…”

También recuerda que todos quieren tener la oportunidad de hablar.  Si monopolizas la conversación o lo que es peor, sólo hablas de ti, lo más probable es que a la primera oportunidad todos salgan corriendo para dejarte hablando sola.

Cabe mencionar que si durante una conversación puedes elogiar a alguien, no dudes en hacerlo.  Nada levanta más la moral que ser reconocidos públicamente por un trabajo bien hecho.  Pero ten mucho cuidado; debes ser sincera y hacerlo sólo de vez en cuando ya que si repartes elogios como si fueran caramelos, perderán su poder.  Y si tú eres la receptora, acéptalos con gracia en lugar de minimizar las razones por las que se te está elogiando al decir “no es nada”.

Lo que debes evitar

Si bien es importante vigilar tu forma de conversar en todo momento, es muy probable que cuando te encuentras entre tus amistades, te des el lujo de hacerlo con cierto grado de espontaneidad.  Sin embargo, cuando causar una impresión resulte imprescindible, presta mucha atención a los siguientes lineamientos para que evites algunos errores muy comunes:

  • Aprende a medir tus palabras y piensa muy bien antes de hablar, ya que quienes hablan demasiado y no reflexionan lo que dicen, acaban por cometer alguna imprudencia.
  • Mantente informada sobre los temas de actualidad para que puedas hacer cometnarios inteligentes si la conversación gira en torno a ellos.
  • Controla tu impulso de completar las frases o peor aún, tu propia versión corregida y aumentada del relato de tu interlocutor.
  • No abuses de adjetivos como “interesante”, “genial” o bien frases como “al final del día” y “así está la cosa” ya que aunque no le hace daño a nadie, pueden resultar cansada si se usan todo el tiempo.
  • Nunca murmures frente a otras personas para que no parezca que estás contando un jugoso chisme que los demás no deben oír.
  • … Y hablando de chismes, por supuesto que debes evitarlos si de verdad te interesa mantener una buena imagen. Quizá en el momento te resulte un tanto difícil mantener tu “interés” por los demás a raya pero a la larga te ganarás el respeto de todos.
  • De igual importancia es evitar secundar chistes y bromas ofensivas hacia un grupo étnico, cultural o religioso, ya que participar en ello implica que aceptas la intolerancia.

En fin, podemos decir que la clave para ser un buen conservador y mantener siempre una excelente imagen a través de nuestras palabras reside en tener tacto.  En otras palabras, presta mucha atención a lo que los demás sienten cuando hablan contigo para que correspondas siempre de la manera más adecuada.

¿Y la palabra escrita?

Para escribir bien, lo que importa es el pensamiento lógico y ordenado.  Hay que saber qué se quiere decir para poder hacerlo de manera eficaz.  La mejor sugerencia que podemos darte es que escribas un bosquejo con las ideas principales y el orden lógico en que se deben ir abordando.  No parece pero una vez que se tienen las ideas o la información estructurada de est amanera, la redacción resulta mucho más fácil.

Una vez que hayas terminado, repasa tu escrito y considera los siguientes requisitos:

  • Claridad: ¿se entiende lo que estás tratando de decir?
  • Consistencia: ¿se adhiere al tema?
  • Coherencia: ¿tiene sentido para el lector?

Si al darle lectura observas que las ideas fluyen sin esfuerzo, lo más probable es que has hecho un excelente trabajo.  Si por el contrario, sientes que algo te resulta confuso o incómodo, quizá sea necesario que le hagas algunas correcciones.

Para una escritura profesional

Entre los elementos principales de una redacción profesional, figura la buena ortografía y el buen uso de la gramática.  Sin ellos, difícilmente podrás expresar lo que pretendes correctamente.  Quién lea lo que escribes se forjará una buena o mala impresión de ti así como de tu capacidad y seriedad profesional.  ¿Cómo puedes mejorar?

  • Definitivamente no hay como estudiar un poco. En las tiendas y librerías encontrarás libros muy benos de gramática y ortografía.  Si buscas uno que tenga muchos ejemplos, entenderás mejor la aplicación de las reglas.
  • Consigue también un diccionario que contenga el uso correcto de verbos irregulares, tiempo, etcétera.
  • Lee libros o artículos bien escritos y fíjate en el uso del lenguaje y la estructura gramatical.

Otro elemento es la consistencia ya que un trabajo bien hecho requiere de un sentido de unidad de principio a fin.  Consideremos tres aspectos que deberás tomar en cuenta para lograrla.

  1. Personas: para empezar, deberás decidir a quién te estás dirigiendo; ya sea si escribirás en primera, segunda o tercera persona. Hacerlo en primera persona le da un toque amistoso a lo que escribes.  Si lo haces en segunda persona, estarás adoptando el punto de vista del lector y finalmente cuando lo haces en tercera persona, te mantendrás a distancia dándole un aire formar a tu escrito.
  2. Tiempo: el tiempo se refiere al momento en que ocurre una acción; es decir, el uso de los vernos e tiempo pasado, presente o futuro.
  3. Estado de ánimo: el tono o actitud que adoptes dependerá del propósito que pretendes alcanzar. Cuando estás tratando de disculparte con un cliente, lo más recomendable será que uses un tono conciliador.  Si necesitas llamarle la atención a alguien, sin duda tendrás que ser firme o bien, cuando te comuniques con un compañero de trabajo, tu tono será más amistoso.

Esforzarte por usar la palabra hablada y escrita de manera adecuada, vale la pena.  Quienes te rodean leerán con claridad que eres toda una profesional.

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