La designación de un nuevo jefe genera expectativa en un equipo: ¿Cómo será su estilo de liderazgo? ¿me despedirá? ¿es cierto lo que dicen de él o ella? son las preguntas que aparecen, acompañadas de “trampas” que debemos evitar si deseamos un ambiente laboral sano
Temor, incertiumbre, duda. Estos son algunos sentimientos que aparecen cuando nos enteramos que se aproxima un cambio de jefe en la empresa donde trabajamos. La situación, en la mayoría de los casos, es compleja no sólo para el equipo que imagina una catástrofe: despidos, cambio de reglas; también para la persona que llegará y tendrá, además de las responsabilidades propias de puesto, la hazaña de integrarse a un equipo ya conformado, a ninguna persona le gustan los cambios, o al menos es difícil adaptarse a los nuevos parámetros, pero todos deben poner de su parte y no crear prejuicios.
“El sentimiento de un equipo cuando llega un nuevo jefe es, en primer lugar, de vacío porque ya se fue la persona con la que estaban acostumbrados, bien o mal, a trabajar; en segunda instancia, tienen temor de ser despedidos, se preguntan ¿ahora qué va a pasar?”. En esta situación no hay muchos caminos a elegir, pero existe un término fundamental si se desea un ambiente laboral sano: “adaptación”. La experta asegura que existen ciertas técnicas a seguir para que tanto equipo como líder tomen el mismo rumbo logrando el bienestar de ellos y de la empresa para la cual trabajan.
Con este tenor, hay acciones que se deben fomentar; por supuesto, otras que son un “no” rotundo en el periodo de adaptación. En primera instancia, Margarita recomienda que el jefe, la figura más vulnerable ante el rechazo, “se informe sobre la compañía, sobre cómo trabajaban antes los colaboradores, pero sin hacer un juicio personal. Preguntar sobre la personalidad de los empleados no es correcto en ese momento”. Hablar con los líderes informales, tener encuentros con personas de rangos superiores y menores a él, podrán darle un panorama global de la situación.
“Es muy positiva la acción de llamar a cada uno, conocerlo un poco, que le platique de su persona, porque la comunicación jefe subordinado es muy importante. “El primer día se podría convocar a una reunión y presentarse ante todos, conocerlos uno por uno, preguntarles sobre sus responsabilidades y compartir objetivos. Lo principal es obtener una buena comunicación y lograr una empatía con el equipo. Ser puntuales, porque predicas con el ejemplo, los jefes que llegan temprano, que se presentan correctamente y hablan un poco sobre cuál ha sido su trayectoria y lo que esperan del equipo, logran buenos resultados”.
En el caso de los colaboradores, deben alejarse de los líderes naturales que sean negativos, no llevar experiencias del antiguo jefe con el que recién ingresó, y mucho menos participar en intentos de boicot. “Quizá tengan nostalgia por la persona que se fue, pero debe existir una apertura para apoyar a que la nueva persona se incorpore y se capacite en la operación de la empresa”.
Los errores más comunes
Debemos tener cuidado y especial atención para no caer en dinámicas negativas, las cuales los harán fracasar como equipo: “Que un jefe llegue y quiera parecer como un tirano que va a dar castigos si no se obedece, lo destinará al rechazo”, comenta la experta. Amenazar y, sobre todo, utilizar la frase “el que no funcione se va a la primera”. Un líder que cambie a su equipo para integrar a los amigos, sin conocer al equipo que ya existe. Colaboradores que intentan “lucirse” y demostrar su sapiencia para impresionar a su nuevo jefe.
Peor aún, que el colaborador evidencie en público la falta de conocimiento del jefe. No quiere decir que debemos reaccionar en defensa ante las anteriores situaciones, por el contrario, debemos estar preparados para trasladar lo que puede ser un problema a la zona del aprendizaje y conocimiento. “Por ejemplo, si tu jefe quiere imponer reglas que ya sabes que no funcionan o desea cambiarlo todo de un día para otro, habla con él, pero de manera privada, con argumentos y exponiendo las situaciones. Siempre haz referencia de que es tu propia experiencia, no generalices, presenta alternativas de solución y habla de una manera educada”.
En este proceso, la empresa tiene una participación fundamental. “Se debe hablar previamente con el equipo para explicarle que va a llegar una nueva persona, exponer su currículo y hacer una presentación previa por parte del área de Recursos Humanos o del director de la compañía”. Finalmente, lo más importante es tomar consciencia de que se encuentran en un período de cambio, en el que tanto el jefe debe aprender desde la operación del día a día hasta nombres y cargos del personal, como el colaborador, adaptarse al nuevo estilo de trabajo. Así que el reto es para ambos.
CONSEJOS PARA EL LÍDER
SÍ – Infórmate ampliamente sobre los aspectos de la empresa. Habla con cada uno de tus colaboradores, partiendo de cero, sin prejuicios.
* Reserva un periodo prudente para observación y conocimiento de la operación, y así puedas detectar los errores.
NO – Tener un juicio previo sobre cómo son los trabajadores.
* Cambiar todas las reglas de la oficina. Las modificaciones deben de ser paulatinas.
* Imponer terrorismo
CONSEJOS PARA EL EQUIPO
SI – * Ofrecer ayuda e información al jefe sobre los procesos de la empresa.
* Presentar proyectos y objetivos.
NO – * Pedir un aumento de sueldo.
* Ayudar sólo por quedar bien, deben hacerlo con naturalidad y entendiendo que son parte de un mismo proyecto.
* Pasar por encima del jefe y hacerlo sentir que nosotros sabemos más.
Por Jessica Pacheco
