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Amor y generosidad a flor de piel

Por Redacción
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Isabel Gutiérrez de Bosch, Presidenta Fundación Isabel Gutiérrez de Bosch y Presidenta Fundación Juan Bautista Gutiérrez

Doña Isabel Gutiérrez de Bosch, una gran y admirable mujer que trasciende la historia de Guatemala.

Ella, con un carisma único y una personalidad de fuerza y generosidad,  en nuestros encuentros, entrevistas, siempre me dejo palabras de motivación e inspiración para hacer realidad mis sueños y trabajar por inspirar a otras personas; recuerdo, cuando le hable de la idea de la revista y me gustaría ella fuera nuestra primera mujer entrevistada, sin dudarlo me respondió: «Claro patoja, con mucho gusto así motivamos y despertamos a otras mujeres».   Ella, Doña Isabelita,   fue un ejemplo de liderazgo, innovación y un gran espíritu de servicio a los demás, que siempre motivo a dar lo mejor de uno mismo para ayudar a los demás a transcender.

Nació en San Cristóbal Totonicapán, Totonicapán, el 23 de julio de 1931.  Sus padres fueron los señores Juan Bautista Gutiérrez y la señora Felipa Gutiérrez Álvarez, oriundos de Campiellos y Villa Morey en Asturias, España.  Realizó sus estudios en el Colegio Teresa Martín de la Ciudad de Quetzaltenango, donde se graduó de secretaria ejecutiva.

Como un reconocimiento al esfuerzo incansable y a la increíble labor que Doña Isabel Gutiérrez de Bosch realiza día con día en beneficio del desarrollo de miles de guatemaltecos, en el año 2018, fue creada la Fundación que lleva su nombre, tomando como base los valores de las familias Bosch Gutiérrez.  Valores que han sido legados de generación en generación y que inspiraron el inicio de esta nueva fundación, la cual busca unir esfuerzos multisectoriales y coordinar iniciativas a favor de la primera infancia.

Desde 1986 fue presidenta de la Fundación Juan Bautista Gutiérrez, el brazo social de Corporación Multi Inversiones, encargado de formalizar los proyectos benéficos de las familias Bosch Gutiérrez y Gutiérrez Mayorga. A través de la Fundación se canalizan y centralizan los programas en educación y salud de cada una de las empresas de la corporación.

Desde temprana edad se inició en el servicio social al lado de su padre, Juan Bautista Gutiérrez. Como secretaria ejecutiva de Molino Excélsior en Quetzaltenango apoyó, junto a su padre, en los proyectos Rotarios y en la Beneficencia Española.

En 1951 se casó con el señor Alfonso Bosch Soto, viviendo sus primeros ocho años de vida conyugal en la ciudad de Quetzaltenango, donde nacieron sus tres primeros hijos: Juan Luis, Jorge Alfonso y María Isabel. Unos años después, en la Ciudad de Guatemala, nacieron Felipe Antonio y Claudia.

Al trasladarse la familia a la Ciudad de Guatemala en 1959, los hijos del matrimonio Bosch Gutiérrez iniciaron sus estudios en el Liceo Javier y Colegio Monte María, donde doña Isabel encontró también la oportunidad para apoyar a la Asociación de Padres de ambos colegios.  Es así como en el Liceo Javier doña Isabel fundó la primer cafetería del colegio. En 1976, siendo presidenta de la Asociación de Padres de Familia en el Colegio Monte María, llevó a cabo la primera edición del libro de cocina “Nuestras Recetas”. Este primer libro se realizó con el propósito de recaudar fondos para otorgar becas de estudios en el mismo colegio. Actualmente, el libro sigue circulando en su 7ª. Edición.

Desde el año 1960, los esposos Bosch Gutiérrez se integraron al Club Rotario de la Ciudad de Guatemala como Rotario y Dama Rotaria, respectivamente. Tuvieron la oportunidad de desempeñar los cargos de Secretaría, Tesorería, Vicepresidencia y Presidencia, dirigiendo múltiples proyectos de beneficio social en áreas de salud y educación.

Lamentablemente, en 1974 cumpliendo una misión Rotaria de llevar víveres a los damnificados por el huracán “Fifí” en Honduras, fallecieron trágicamente su esposo Alfonso Bosch Soto y su hermano Dionisio Gutiérrez Gutiérrez.

Doña Isabel era la actual presidenta del Proyecto de Nutrición del Club Rotarios de Guatemala, puesto que ocupo desde 2013. Fue también presidenta del Comité de Emergencias durante el período de 2001-2015 y presidenta de los Comités de Celebraciones y Construcción de Obra Centenario en Guatemala, durante los años 2004 y 2005. En este período, se otorgó a doña Isabel la mención de Rotaria del Año del Club Ciudad de Guatemala.  Fue copresidenta del Comité Rotario de Reconstrucción, durante los años 2018 y 2019, el cual se constituyó para brindar apoyo a las comunidades y personas afectadas por la erupción del Volcán de Fuego.

También estuvo a cargo de la presidencia de las celebraciones Centenario Rotary y del Club Rotario Ciudad de Guatemala durante el 2002 y el 2003. Previo a esto, en el 2000 y 2001, fue Asistente del Gobernador de Distrito para Guatemala. Así mismo, en 1999 fue Macero de la Conferencia Distrital, incluyendo a Guatemala, Honduras, Belice y El Salvador.

Doña Isabel fue reconocida por ser la primera Mujer Rotaria del Club de Ciudad Guatemala, desde 1997. En 1987 fue nombrada presidenta del Comité de Damas Rotarias y luego recibió el premio de Oro, entregado por Rotary Internacional. Además, fue también presidenta del Comité de Remodelación del Obelisco y Campaña Ladrillos por Amor.

Colaboro en diversas organizaciones de beneficencia, entre ellas Aldeas Infantiles S.O.S, CERVOC y Asociación del Corazón Infantil. Fue presidenta de la Junta Fiscalizadora de los fondos de FUNDABIEM entre 1986 y1995 y presidenta del Consejo de Bienestar Social durante 1995 y 1997.

A lo largo de su trayectoria, doña Isabel, recibió una serie de galardones y reconocimientos por su ardua labor en el campo de la beneficencia. En 1990 recibió el reconocimiento “Paul Harris” de Rotary Internacional. En 1993 se le otorgó la Orden Dolores Bedoya de Molina en grado Gran Collar y en 1995 obtuvo el reconocimiento “Exaltando Nuestros Valores” del Banco Industrial. También posee la Medalla ONAM, que le otorgó la oficina Nacional de la Mujer en 1998 y la orden de Obras Sociales del Hermano Pedro recibida en 1999. En 1997, la Fundación Brugal en República Dominicana entregó a doña Isabel el reconocimiento internacional “Brugal Cree en su Gente”.

Luego, en 2005 doña Isabel recibió la orden del Quetzal, en grado de Gran oficial. En 2012, Rosa Clará ofreció el Galardón de mujeres que han dejado huella por su obra social a doña Isabel y tres años más tarde, obtuvo un reconocimiento especial por Rotary Internacional por su Servicio Rotario en la celebración de los 90 años de Rotary en Centroamérica.

Doña Isabelita, deja una huella indeleble en el corazón no solo de su familia, la deja en la vida de miles de personas a quienes impacto a través de sus acciones, de sus palabras y amor a tantas niñas a través de Fundaniñas, siempre luchaba por sus niñas; tantos jóvenes becarios que pasaron por su oficina y escucharon sus consejos; mujeres que se sintieron empoderadas a través de su abrazo.

Gracias, gracias, gracias, Doña Isabelita, por haber sido una Mujer de Negocios, una mujer líder irradiando siempre su luz.

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