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Enfermedad Inflamatoria Intestinal

Por Redacción
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Pacientes con Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII) pueden vivir sin pausa, gracias a un diagnóstico oportuno

  • 40% de los pacientes con EII se pueden tardar en promedio un año para recibir el diagnóstico y 20% de los pacientes tardan hasta 3 años en obtenerlo, principalmente, porque los síntomas iniciales pueden confundirse con otras condiciones y a la falta de evaluación adecuada por parte de un profesional de la salud.[1]
  • Hoy existen terapias que permiten a los pacientes retomar sus rutinas. Para ello es necesario un diagnóstico oportuno.
  • Con el propósito de visibilizar la Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII) y promover el diagnóstico oportuno, Janssen, grupo de compañías farmacéuticas de Johnson & Johnson, se une a la conmemoración del mes de concientización sobre la Enfermedad Inflamatoria Intestinal con su iniciativa #SigaSinPausa.

Aunque la Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII) cuenta con un alto sub diagnóstico en América Latina, y particularmente en Guatemala, la disposición actual de terapias innovadoras existentes puede permitir a miles de personas con esta patología continuar sus vidas con normalidad y hacer realidad sus sueños.

La EII hace referencia a los trastornos que presentan inflamación crónica del tracto digestivo. Los síntomas dependen de la intensidad de la inflamación y el lugar donde se desarrolla, sin embargo, entre los más comunes se encuentran el dolor abdominal, diarrea frecuente, fatiga, presencia de sangre y moco en las heces, pérdida de peso involuntaria, entre otros.[2]

Aunque los primeros síntomas de la EII pueden ser comunes, como el dolor abdominal o la diarrea, sin un tratamiento adecuado pueden empeorar al punto de impedir el desarrollo de la rutina diaria de quien la padece, llegando a afectar incluso su vida familiar, profesional y social. Las demoras en el diagnóstico afectan la calidad de vida de los pacientes, limitando sus opciones de tratamiento, e incluso, en algunos casos, poniendo en riesgo su vida.

“La urgencia de alcanzar un diagnóstico oportuno de la EII se debe a las implicaciones que el manejo inadecuado de la enfermedad tiene en la vida del paciente. Sus síntomas son confundidos con molestias menores que no necesariamente alertan al paciente o peor aún, al profesional de la salud en la primera línea de atención, pero la realidad es que esta es una enfermedad que, desatendida, puede ocasionar la muerte”, mencionó el Dr. Nadhykrishna Samayoa González, médico gastroenterólogo.

Existe poca información sobre la EII en el mundo, particularmente en América Latina. Para 2017 la EII tuvo una prevalencia en la región de Centroamérica y el Caribe de 33,7 casos por cada 100 mil habitantes. Particularmente para el caso de Guatemala es previsible que la enfermedad aún se encuentre en una situación de sub diagnóstico, pues actualmente se registran un poco más de 40 pacientes en todo el país.[3] Por eso, resulta prioritario aumentar el conocimiento de estas condiciones en la comunidad médica e incentivar la referencia oportuna al especialista encargado.

Además de dar a conocer la enfermedad, para diagnosticar la EII también es clave contar con alternativas de alta tecnología que hagan más ágil el proceso de diagnóstico de los pacientes. Actualmente la colonoscopia es la técnica más efectiva para establecer el diagnóstico de esta enfermedad, por lo que contar con los equipos necesarios para su ejecución y los expertos para la evaluación de los resultados es fundamental.  

“La colonoscopia nos permite visualizar de forma directa la mucosa intestinal y obtener biopsias que resultan esenciales para identificar las zonas del intestino que están inflamadas y determinar la gravedad de las lesiones. De este modo, el paciente puede recibir el tratamiento más adecuado de forma individualizada a su situación”, explicó el Dr. Samayoa.

Aunque la EII es una condición crónica y no tiene cura, en la actualidad es posible dar un manejo adecuado a los síntomas y un buen control de la enfermedad con terapias como aminosalicílicos, corticosteroides, inmunosupresores, antibióticos y medicamentos biológicos. Estas terapias permiten que los pacientes pueden retomar o mantener su rutina diaria sin las interrupciones de la EII, recuperando su autonomía y evitando que se generen lesiones intestinales graves que, a menudo, comprometen el órgano permanentemente.

Bajo este panorama, por tercer año consecutivo Janssen se une a la conmemoración del mes de concientización sobre la Enfermedad Inflamatoria Intestinal, con su iniciativa #SigaSinPausa, con el propósito de generar una mayor visibilidad en algunos países de Centroamérica y Caribe sobre la EII, especialmente la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerativa, promoviendo la importancia de un diagnóstico oportuno.

“Desde Janssen tenemos un compromiso firme con los pacientes, seguiremos avanzando en el desarrollo de nuevas soluciones que permitan a los pacientes lograr una remisión sostenida de sus síntomas, mientras se generan alternativas que algún día permitan su cura, e incluso, su prevención”,finalizó Oscar Gonzáles, Gerente Médico de Inmunología para Janssen Venezuela, Centroamérica y Caribe.

Si desea conocer más sobre #SigaSinPausa visite https://www.janssen.com/latinoamerica/siga-sin-pausa

Si presenta algún síntoma o sospecha que podría tener EII visite al gastroenterólogo.


[1] Siga Sin Pausa. Janssen. Disponible en: https://www.janssen.com/latinoamerica/siga-sin-pausa

[2] Siga Sin Pausa. Janssen. Disponible en: https://www.janssen.com/latinoamerica/siga-sin-pausa

[3] Diagnóstico y seguimiento de la EII. Asociación Brasilera de Colitis ulcerativa y enfermedad de Crohn (ABCD). Disponible en: https://abcd.org.br/wp-content/uploads/2019/07 / ABCD_cartilha_diagnosticando.pdf

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