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Embarazos en adolescentes

Por Redacción
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La maternidad temprana sigue siendo un drama oculto en Guatemala

Escrito por: Jorge Mazariegos

La maternidad en niñas de 10 a 14 años sigue siendo un drama oculto por el reporte de cientos de casos por un problema social que, año tras año, perpetua ciclos negativos de abuso, exclusión y pobreza para la mayoría de esas menores.

Transcurridos siete meses del año, el observatorio de Salud Sexual y Reproductiva (OSAR), registra 1,323 niñas embarazadas: Alta Verapaz (191), Huehuetenango (149), Petén (134), y Quiche (128) son los departamentos donde más se repite este drama oculto. Las zonas marginales del departamento de Guatemala no son la excepción, pues en esos lugares se contabilizan ya 86 embarazos en niñas de 10 a 14 años.

Sin embargo, el problema no termina con las niñas. También los números de la maternidad temprana en adolescentes es dramática, pues OSAR registra entre enero y julio de este año: 59,891 embarazos en adolescentes de 15 a 19 años. Y son los mismos departamentos donde se produce este fenómeno social: Huehuetenango (7,023), Alta Verapaz (6,498), Quiché (5,543) y Petén (3,521).

Ana Victoria Maldonado, coordinadora de proyectos de OSAR, relata como una serie de factores como la desnutrición y la falta de caminos en el área rural dificultan la atención médica y agrava la situación de estas niñas.

“No es lo mismo que el centro de salud o el hospital quede a 20 minutos en un área urbana que en lugares rurales que no tienen caminos y para recibir atención en un centro de salud es necesario caminar a pie dos o tres horas “, dice Maldonado.

Muchas de estas niñas mueren de complicaciones que se producen durante el embarazo y el parto o después de ellos. La mayoría de esas complicaciones son prevenibles y tratables, si se tratan como parte de la asistencia sanitaria a la niña. Pero el obstáculo más grande es que sus cuerpos no se han desarrollado y la única opción que tienen los médicos es la cesárea y para ello es necesario acudir a un hospital.

Las complicaciones antes y después del parto, por una hemorragia o una infección, sin descartar los abortos peligrosos en esas áreas rurales donde no hay más que una comadrona agravan la situación de estas niñas. Así, la pobreza, la distancia, la falta de información y la inexistencia de servicios adecuados son desventajas en contra de esas niñas menores.

Según la organización Mundial de la salud (OMS), el mayor riesgo de mortalidad materna corresponde a las adolescentes menores de 15 años. Las complicaciones del embarazo y el parto son una de las causas de muerte principales por las complicaciones de las adolescentes en los países en desarrollo como Guatemala.

Hay otras barreras que Ana Victoria Maldonado menciona: la barrera del idioma y la insuficiencia de campañas en idiomas mayas para prevenir el problema.  Pero, el desafío más grande es la falta de justicia, dice.  Porque la mayoría de estas niñas son víctimas de una violación sexual y ante la denuncia legal no hay una respuesta, explica Maldonado.

“La niña que queda embarazada y trunca su plan de vida, no fue sencillamente por su propia decisión. La ley en Guatemala tipifica como violación sexual los casos en los que se tiene relación sexual con niñas menores de 14 años. Y el hecho debe denunciarse,” añade la experta de OSAR.

A partir del año 2013, se cuenta con una ruta de atención integral para estas niñas víctimas de violencia sexual, acciones que corresponden a los Ministerios de Salud, Educación, Desarrollo Social e instituciones como RENAP, PGN, OJ, cuyo objetivo es procurar la protección y el bienestar de estas niñas, restituirles sus derechos y disminuir el daño.  Sin embargo, por los criterios de inclusión del Ministerio de Desarrollo, solo ingresan al Programa Vida muy pocas niñas, unas 25 al año.

 

Investigación revela una realidad dramática

Una investigación del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA, en inglés), titulada: Consecuencias Socioeconómicas del Embarazo en la Adolescencia en Guatemala, revela que este problema social repercute e impacta en el desarrollo del país, al comparar el avance de la educación, la participación laboral, los ingresos y el aporte de las menores que han sido madres tempranamente con quienes lo han sido en la edad adulta.

Para hacer las comparaciones, UNFPA trabajó con dos grupos de mujeres. El primero compuesto por mujeres que fueron madres en la adolescencia (de10 a 19 años) y el otro por mujeres que postergaron la maternidad en la primera década de su vida adulta (entre 20 y 29 años).

La investigación de UNFPA revela que la maternidad temprana tiene efectos sobre los servicios de salud que presta el Estado, además de los costos sociales y económicos. Por ejemplo, en 2018, se destinaron Q166,695.519 (USD 21,545.39) en servicios públicos de salud para cuidados prenatales, partos espontáneos y atención de rutina del recién nacido, cuando se pudo haber evitado o disminuido el embarazo en niñas y adolescentes.

El estudio señala que las niñas y adolescentes que tuvieron una maternidad temprana alcanzaron un menor nivel educativo.  El abandono y el rezago educativo de las mujeres con hijos en la adolescencia también representa para Guatemala un costo o pérdida anual estimada en 426,1 millones de quetzales debido a las brechas educativas entre las mujeres que fueron madres temprano, frente a quienes postergaron su maternidad a la primera década de edad adulta.

El estudio reveló que el nivel de ingresos de las mujeres también depende del nivel educativo, pues las que tienen estudios superiores es 7 veces mayor que quienes solo han cursado la primaria o no la tienen completa.

La investigación de UNFPA concluye que una niña o adolescente madre tiende a enfrentarse a más complicaciones en la vida desde su educación escolar y que años después trascienden a la vida laboral.

En pocas palabras señala el estudio, los embarazos en niñas y adolescentes impactan en el aspecto físico, emocional, económico y social, limitando su derecho a una vida libre de violencias e irrumpiendo en su plan de vida.

Consultar el PDF de la investigación de UNFPA en el siguiente enlace:  https://guatemala.unfpa.org/sites/default/files/pub-pdf/consecuencias_socieconomicas_del_embarazo_adolescente_en_guatemala_final_diagramado.pdf

La maternidad temprana es un problema social y sanitario que afecta a miles de niñas y adolescentes en Guatemala. Su solución es compleja, ya que involucra altos niveles de riesgo no solo para la salud de quienes lo atraviesan, sino también para su educación y sus trayectorias laborales a futuro, que alteran profundamente su proyecto de vida y el de sus familias.

Para enfrentar esta realidad oculta y dramática es necesario que como Estado se generen las condiciones para que las niñas y adolescentes ejerzan su derecho y vivan el valor a una vida digna.  Sin duda alguna las instituciones de salud deben generar programas eficientes y eficaces que realmente impacten de manera positiva a esta población vulnerable, las niñas, pues tiene un impacto directo en estadísticas nacionales que conllevan a otros problemas de salud, como la desnutrición crónica, así como la morbilidad y mortalidad materno infantil.

De cara a los ODS Guatemala tiene un serio compromiso con la población infantil y adolescente femenina; y, en ese sentido todos, como ciudadanos debemos y podemos participar, involucrarnos y más aún ¡comprometernos! en ser actores de cambio en educación, formación e información que conlleve a una educación sexual integral que impacte y trascienda positivamente para disminuir estas preocupantes estadísticas que está cobrando vidas.

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