¡El problema no es el aborto seguro, es el violador libre!
A inicios de esta semana mi hija de 10 años me trajo su diente para iniciar el trámite respectivo con el ratón Pérez. Le llegó a los pocos días su regalo y la niña desbordaba de felicidad e ilusión, como es propio de la edad.
Fue abrumador ver esa misma semana que en Guatemala, país de la eterna primavera, la edad reproductiva empieza a los 10 años. Algo que para los que ahora leen es inconcebible, el Observatorio en Salud Reproductiva (OSAR), informó que hubo 90,936 embarazos en niñas y adolescentes, del 1 enero al cuatro 4 de noviembre del año 2020; y 4,105 de esos embarazos corresponden a niñas entre 10 y 14 años.
Me resulto sumamente ofensivo que en la página del ministerio de salud aparezca una fotografía de dos niñas que 
aún están mudando dientes sosteniendo un folleto informativo que dice “¿Estás listo? ¿Estás lista? Piensa antes, planea”. Risible que en un país cuya legislación vigente establece que es punible, todo tipo de contacto que atente contra la integridad física, psicológica, sexual de un menor, el icono de planificación son dos niñas que mudan dientes. ¡Indignante!
Es más sorprendente aún, que, del 1 de enero al treinta 30 de noviembre de 2,020 el ministerio publico recibió un total de 8,853 denuncias de agresiones sexuales, divididas de la siguiente manera, 162 denuncias por explotación, 8,414 denuncias por violencia sexual, 277 denuncias por trata de personas, en este total están incluidas denuncias de hombres, mujeres, niños y niñas. ¿Dónde están los 90,000 que deberían de estar investigando de oficio?
En pleno auge de las vociferaciones de “¡Aborto seguro y gratuito!”, es deprimente que no se hayan dado cuenta que la realidad de estas niñas, digna de una película hollywoodense de terror, no se soluciona con una campaña de “planifica” o una de “aborto seguro”.
Una niñita de 10 años que está siendo violada de manera continuada, desde la primera infancia, ¿Va ir por preservativos a la farmacia? ¿Va ir a un hospital por su aborto seguro y gratuito? Yo no lo creo.
Después de años de ser abusadas de múltiples formas, llegan al centro de salud en avanzado estado de gestación, porque sus pequeños cuerpos son incapaces de llevar a término un embarazo, no queda más que tratar de salvarles la vida, chiste que se cuenta solo “salvarles la vida” y “si todo sale bien”, la niña madre regresa a casa con su violador, donde el ciclo se perpetua. Las estadísticas hablan de las edades, no nos dicen que en múltiples casos las niñas tienen más de un hijo, del violador con el que viven.
Niñas victimas del sistema fallido que han sido reducidas a objeto sexual por y de su progenitor, la persona que está obligada a protegerla, cuidarla, salvaguardar su integridad, fortalecer su autoestima, la desvaloriza y quebranta su espíritu haciéndola victima perfecta de otros abusadores que ven un ser vulnerable o, pero aun que pagan por consumar un acto sexual con ellas. ¡Una pesadilla perenne!, causada por los violadores libres, la alta tasa de embarazos en niñas y adolescentes se debe a que el violador está en la misma habitación que su presa, solapado por la sociedad.
Mientras muchas de nuestras hijas de 10 años dejan su carta al ratón de los dientes, hay miles, que suplican alguien termine con su tormento. El problema es y será siempre el violador libre, aborto seguro siempre ha existido.
Escrito por: Debby Walkyria Ríos
