Uno de los cambios más grandes acontecidos en este siglo ha sido la incorporación en el mundo laboral, social y político de la mujer. Ésta ha entrado masivamente en el mercado de trabajo y últimamente, lo ha hecho también como empresaria y coempresaria, lo que significa un reto importante para ella.
Este cambio trascendental respecto a la igualdad de “roles” entre mujeres y hombres, significa una contribución importante al desarrollo económico y local y una aportación al mundo empresarial, tanto por el estilo de dirección, por la innovación que ella aporta a los diferentes sectores.
La economía es la razón principal que mueve todas las cosas: negocios, gobiernos, política, etc., y nosotras las mujeres tenemos mucho que decir sobre cómo se distribuye el dinero, la riqueza, etc.
No queremos apartarnos, sino participar con los hombres y que se nos reconozca nuestra valía y nuestra manera de ver el mundo, que es diferente pero a la vez complementaria y enriquecedora.
Por esto es necesario promocionar a las mujeres a puestos de dirección en todos los organismos de poder económico, con el fin de que participen en las máximas decisiones.
Cada vez hay más mujeres dirigiendo grandes empresas y consejos de administración, pero muchas veces les cuesta participar en otras organizaciones sociales y civiles por falta de tiempo y/o por otras causas.
Conscientes que el nuevo siglo XXI la mujer dará un cambio importante a la sociedad, a la cultura y a la concepción del mundo, de la economía y de la filosofía de la vida, queremos empujar la propia historia y dar apoyo a las mujeres en su responsabilidad para llevarlo a cabo.
Por: Marolen Martínez