El corazón de una cocina es un espacio desconocido, una orquesta de sonidos, inspiración y perfección, una sinfonía poco contada, que hoy queremos compartirte en nuestro espacio «a cocina abierta». Una pregunta frecuente es ¿Cómo puede ser el día a día detrás de todos los platillos en un restaurante? Hoy la compartimos contigo…
El platillo que llega a la mesa tiene una historia que inicia meses atrás cuando el equipo se reúne a pensar y discutir sobre qué platillos se servirán de temporada, se evalúa detenidamente ingredientes, proveedores procedimientos y sabores, esta es la etapa de planificación, nosotros la llamamos “espacio kakaw» en otra oportunidad explicaremos lo que significa para nosotros tan peculiar nombre, que quizás representa uno de los pasos más desafiantes, porque en esta etapa imaginaria todo es posible. Le sigue “manos a la obra” acá los retos empiezan a hacerse realidad, todo aquello pensado deberá de ejecutarse a prueba y error, a este proceso deberá de agregarse una pizca de paciencia con un toque de inspiración hasta conseguir el resultado que deseamos.
Luego viene la parte fundamental de nuestro proceso el día en donde todo el equipo de trabajo dejará lo mejor que tiene para poner en marcha todo el camino recorrido hasta que llega el día en el que el platillo nace, desde que abre el restaurante a tempranas horas el primer batallón se hace presente revisando detalladamente los insumos de servicio y preparación del lugar, al estar todo listo se abre paso a los cocineros, aquellos cuyas manos elaborarán con paciencia y determinación cada una de las preparaciones para luego dar paso a la hora de la verdad “la hora del servicio” acá es cuando todo esfuerzo vale la pena todo lo planificado se pone en práctica, puedes sentir esa sensación de nerviosismo al sentir como poco a poco entramos en escena cuando cada uno de nuestros clientes llega a probar los platillos a los que hemos dedicado tanto esfuerzo.
Toda esta experiencia confirma que un restaurante no es tarea fácil, pero con las dosis correctas de pasión, perseverancia y control llega a valer la pena cada paso tan solo con la satisfacción ¡de nuestros clientes!
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Escrito por Elisa Mazariegos (Bluelicious)
