¿Qué tanto ha afectado la pandemia del coronavirus la educación en Guatemala?
La educación se ha visto seriamente afectada en estos 13 meses de pandemia del Covid-19, en donde los establecimientos educativos, tanto privados como públicos ha sido cerrados para evitar la propagación del virus que ha afectado a más de 195 países en todo el Mundo.
Las cifras son alarmantes y la escolaridad se ha visto afectada sobremanera en un 8.3%, la educación ahora cuenta con los peores índices que se manejaban en años anteriores, nuestros datos son de los peores a nivel centroamericano, no digamos a nivel Latinoamericano.
Lo más delicado del caso es que no tenemos un Ministerio de Educación (MINEDUC), fuerte y solamente se ha limitado a implementar protocolos sanitarios para el regreso a la nueva normalidad, pero sin efectividad porque, al abrir los centros educativos, se volvieron a detectar nuevos contagios y nuevamente tuvieron que ser canceladas las clases presenciales.
Si a toda esta situación, le sumamos que la planificación estatal era realizar un programa televisivo y radial de educación a distancia, para que se pudiera dar continuidad, de las clases a nivel pre primario, primario y secundario, sin ponerse a pensar que el 60% de los estudiantes no tienen acceso a las telecomunicaciones y la tecnología.
Esto vino agravar la situación y muchos niños y niñas quedaron sin recibir sus clases cotidianas, lo cual nos pone en un lugar incómodo porque nuestros estudiantes no se están formando para enfrentar el mercado laboral y vamos a tener problemas de competitividad de mano de obra, tanto a nivel nacional como internacional.
Los docentes se han limitado a impartir clases por las diferentes plataformas que conocemos, pero se ha perdido esa conexión entre maestro y alumno, y sobre todo el rol del profesor que ahora se dedica a mandar tareas y tareas, sin mayor explicación y han convertido a los padres de familia en los nuevos maestros, quienes a su vez tienen el problema de que no estudiaron ni la primaria.
Esto cada día se agrava más y la ministra de Educación, Claudia Ruiz solamente se ha referido al nuevo modelo híbrido que se diseñaron módulos de aprendizaje que cuenten con actividades y criterios de evaluación de acuerdo a las diferencias individuales de cada uno de los 2.5 millones de estudiantes en el nivel pre primario y primario.
Pero la educación a distancia puede tener sus propios problemas. La motivación del alumno puede ser complicada. Si en la enseñanza presencial ya es complicado poder estimular actitudes emotivas positivas que mejoren el rendimiento académico, en la enseñanza a distancia el problema adquiere dimensiones mayores. Se reducen el tipo de relaciones sociales que se establecen en las aulas tradicionales.
Algo que tenemos que preguntarnos es qué disponibilidad de tiempo y espacio tenemos en la computadora. Según datos del censo realizado en 2018, el 68 por ciento de la población no tiene acceso al internet y 10 por ciento más (78%), no tiene computadora. Estos datos revelan que solamente el 16% de los estudiantes sector privado pueden acceder a la red, mientras que en el sector público ha de ser desmotivante ver las estadísticas.
Pero aún más desmotivante es saber que los maestros tampoco tienen acceso a un ordenador y wifi, tecnología que cada vez es más habitual en las sociedades, pero en Guatemala es una imposibilidad. Se habla de que solamente el 8% de la población estudiantil tiene acceso a la educación a distancia, que nos deja un 82% con un déficit, por lo que se necesitaría de un MINEDUC progresista y que por el momento no vemos que eso suceda, mucho menos en esta administración.
Escrito por: Marco Trejo, Director Comunicación #EmbraceTheNewNormal
