Escrito por Vicky Flores
Todo pintaba que no lo iba a lograr, pero cumplí mis sueños
Desde muy pequeña tuve muchos NO en mi vida, era la constante en una familia con cinco hermanos hombres y una hermana mujer, donde nos juntábamos los tuyos, los míos, los nuestros; una familia con padre y madre completamente educados en la cultura machista del oriente de Zacapa y de Chiquimula, en la que una mujer quiera sobresalir en algunos medios no es algo normal ni característico, ya que no se permite ni tampoco es bien visto. Yo desde que era pequeña quería ser una mujer que fuera escuchada, nunca me di cuenta hasta que ya fui mayor que tenía muchísima necesidad de ser escuchada y que pusieran la atención en mí cada vez que opinaba o decía algo, no me gustaba que me silenciaran o que mis opiniones fueran tomadas sin valor, que no fueran algo que generaran un cambio en la mentalidad de otras personas.
Cuando era pequeña no lo supe, hasta que fui mayor, empecé a entender que la comunicación hacia que yo ganara unas cosas, lo primero que gané en la comunicación fueron un par de tenis, ya que uno de mis tíos dijo que quien de nosotras, los niños que estábamos allí en casa, podía subirse a una mesa e imitar a mi papá que era abogado en el momento en el que hacia matrimonios y entonces yo subí a la mesa, empecé a imitar a mi papá con soltura, porque desde muy pequeña era muy observadora, siempre estaba poniendo mucha atención al como hablaban las personas, su vocabulario y como se expresaban.
Imite a mi papá durante un matrimonio y me gane mis primeros tenis de marca, fue allí donde realmente, yo creo, empecé a encontrar el valor de las palabras, de cómo aprovechaba utilizarlas para empezar a ganar oportunidades y que mi voz fuera tomada en cuenta.
Con forme fui creciendo, en la adolescencia, gracias a un regalo de mis padres, una grabadora con casete, entrevistaba a todas las personas que se me ponían enfrente, siempre quise saber las historias de todos, soy una cazadora de historias, siempre lo he visto así, me gusta conocer cómo las personas resuelven sus problemas y van tratando sus emociones conforme pasa el tiempo, me encanta como hacen el resumen después de haber sufrido algo, qué les causo mucho dolor, lo hacen de una forma encapsulada y te cuentan sus historias.
Siempre creí que era una cazadora de historias, me gusta seguirlo pensando, con esa grabadora descubrí que llené muchas cintas de casete con historias de personas que me rodeaban, que para mí son importantes, veinticinco años después tengo esos casetes y esas cintas llenas de esas historias que muchas de esas personas tal vez ya ni recuerdan, pero fueron parte de su vida.
El ir caminando por la vida, descubrir que la palabra, mi voz y que la forma de interesarme en la vida de los demás no para juzgarlas, sino para aprender de esas experiencias, ha sido el impulso para poder estar en escenarios frente a un micrófono y frente a las cámaras.
Muchas veces las personas que entrevisto que están frente a mí en los programas de televisión, me dicen que se sienten muy cómodas porque los veo a los ojos y realmente ven en mí el interés por lo que ellos llegan a contar; esas entrevistas tienen que ser muy cortas y en poco tiempo, ellos tienen que resumir todo lo que tienen que decir frente a las cámaras y compartir para la gente, ese mensaje que ellos quieren trasmitir. A mí me encanta ver a los ojos a las personas y conocer sus historias.
El camino ha sido largo, no ha sido fácil, pero he llegado hasta donde yo alguna vez soñé llegar y más, todavía no termina el camino allí, la comunicación me va a llevar a muchos lugares más que seguramente voy a estar compartiendo con ustedes a través de la palabra.
Hacer esto, que es escribir, para que otras personas me lean, era tal vez uno de los temores más grandes que tenía en mi vida, después de romperlo, llegar hasta acá hace que me sienta feliz y orgullosa de poder utilizar la palabra, utilizar todas esas historias que las personas han confiado en mí para poder comunicar y para poder siempre mandar un mensaje positivo a todos los que me escuchan, me ven o me leen en algún medio de comunicación.
