Las mujeres se han caracterizado por ser líderes, es algo innato, merecedor de atención y respeto.
Tal como cada mujer, ya sea en el hogar, en el trabajo, salón de clases u otro, la mujer dirige con pasión, amor y generosidad, son capaces de cambiar a un país, un hijo u hogar. Algunas características a resaltar del liderazgo femenino son:
Creatividad y visión, ellas se colocan metas grandes, buscan aprender y cada día ser mejor que ayer, están abiertas a diferentes perspectivas e ideas, son flexibles y artísticas en sus planes y acciones, además, toman riesgos, no se quedan en su zona de confort, no temen enfrentar cambios o caer, ya que si cometen un error ellas toman una actitud resiliente, no se atrancan sino aprenden de este y se levantan de nuevo a por sus aspiraciones. Es de admirar como sé esfuerzan y retan a sí mismas para crecer.
Tienen alta autoconfianza e inteligencia emocional, se conocen y reconocen, no decaen mucho tiempo en emociones negativas. Son sociables ya que escuchan las valiosas ideas y opiniones de otros y se comunican adecuadamente.
Así mismo crean confianza e inspiran. Cualquiera se puede acercar a ellas ya que crean un ambiente de confianza, empatía y calma. Reconocen sus errores cuando los cometen, no juzgan, en vez de eso realizan críticas constructivas, a otras personas y así mismas.
Por último, es importante mencionar, trabajan en equipo y son responsables, son comprometidas, puntuales, organizadas, no imponen sus ideas, dividen y delegan tareas.
Las mujeres siempre son generosas en todo, desde pequeños actos de empatía, una actitud de carisma y entusiasmo, positividad, cariño y pasión en sus acciones… enseñan y apoyan a otros sin esperar nada a cambio. Por ello… ¡Enorgullécete de ser mujer, vales mucho, tu voz también, siempre da lo mejor de ti y recuerda, puedes hacer la diferencia!
Alexandra Porras, psicóloga clínica, directora de Clínica de psicología Amor y Paz https://www.facebook.com/Clinicapsicoamorypaz/
