Escrito por: VICKY FLORES
Cuando estas creando con honestidad en tu trabajo, familia, en tu vida generalmente encuentras muchos tropiezos, cuando tu mente se vuelve creativa y tu corazón se llena de energía positiva, para darle vida a un proyecto, ya sea laboral, espiritual, simplemente de alguna cosa que harás o generarás algún cambio en tu vida, muchas veces te encuentras con que ese momento de energía, ¡esa luz que brilla en ti! desde adentro hacia fuera, a muchos les cierra los ojos o les causa molestia; no es momento de apagar tu luz, para que no moleste a los ojos o al espíritu de los demás, es un momento para billar más y cargarte de energía para salir adelante.
Desde que yo era pequeña, sobre todo en mi adolescencia, que es un momento tan difícil para la voluntad y ejercicio de tus emociones, experimente el sentir felicidad cada vez que veía el brillo de alguien más.
Cada vez que veía el brillo de alguien más me sentía feliz y orgullosa, siempre llegaba y le preguntaba ¿Cómo te diste cuenta que eso era lo que querías hacer?, yo en el camino que he vivido me he dado cuenta que, a mí siempre me ha gustado ese momento en que las personas descubren no para lo que nacieron, sino para lo que brillan con mayor fuerza. Cada vez que yo veía a una persona brillar en el medio artístico, sobre salir en los estudios o sonreír cuando bailaba y encontraba que su pasión le movía el cuerpo, las emociones, o lo hacía mejor en cada una de sus actividades, yo deseaba saber cómo había encontrado ese momento en el que sabía exactamente que, para eso era toda su energía, y que en ese momento brillaba con mucha alegría.
Nunca me sentí opacada por el brillo de otras personas, es por eso que ahora que soy adulto y en muchos momentos he encontrado ese instante en que siento mi brillo interior, sintiéndome flotar en mis actividades y, más aún, cuando sé lo estoy haciendo bien, siento que en lo profundo de mi corazón para eso me venía preparando; cuando yo estoy en ese momento de brillar, de crear, de plenitud, de gozo, de alegría, y de auto descubrimiento pero también de auto admiración, realmente siento con mucho dolor cuando otros al contrario de cuando yo era una adolescente, y se acercan con admiración a preguntarme cómo descubriste eso en tu vida Vicky, cierran los ojos, o me ven con rencor, al parecer que el brillo les lastima sus ojos, es ahí cuando descubro que, no todos pensamos igual, no los juzgo, pero si pienso en que son distintos a como yo vivo las emociones o percibo las emociones de otros, es ahí cuando tomo un poco de paciencia, para entender que en los procesos en los que todos estamos, cada uno lleva su propio tiempo, y ese tiempo no lo podemos criticar al igual que no podemos criticar los procesos de nadie, porque cada uno con su vida va puliéndola hasta llegar a sentir es plenitud, ese brillo que en lugar de opacar a otros haga que siga creciendo la alegría o la emoción de nosotros mismos y de los que tenemos alrededor.
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